martes, 12 de febrero de 2013

EL GOBIERNO, LAS CORTES Y TODAS LAS AUTORIDADES POLÍTICAS PERMITEN ESTAFAR A LOS ESCRITORES ESPAÑOLES



Los diputados desprecian a los escritores.

El parlamento consiente las estafas editoriales, que impiden que la literatura española importe en el mundo

A los políticos, los escritores no les importamos nada de nada.

Escribir en España no sólo es llorar, también es antieconómico.

Lista negra editorial de los escritores que pedimos que nos paguen.


Larra decía que “escribir en España es llorar”. Se puede añadir que España opta oficialmente por no hacer negocio con la segunda industria editorial más poderosa del  mundo. En Barcelona sobre todo, se editan muchos títulos y bastantes volúmenes, pero las leyes están arregladas para que las editoriales no tengan obligación de pagar a sus escritores españoles. Todo el mundo en Barcelona, periodistas incluidos, saben que las editoriales se quedan con el dinero de sus autores españoles, pero nadie critica porque gran parte de los medios PERTENECEN A EDITORIALES. Se ha creado un círculo vicioso por el que los escritores españoles tenemos que aceptar ser estafados para poder publicar y, si reclamamos nuestro dinero, se nos inscribe en una LISTA NEGRA EDITORIAL y ya no existe la menor posibilidad de volver a publicar.

Hace siete años que no porque, porque decidí no publicar más con la estafadora Roca Editorial (que me había defraudado más de 125.000 euros por cuatro novelas) y después no ha querido contratarme ninguna otra, aunque tengo nuevo novelas publicables de inmediato, unos cien relatos cortos, poemas, versos, teatro y demás.. A pesar de ese silencio editorial, aún me escriben aficionados para perdirme consejos; respondo siempre que se busquen editoriales FUERA DE ESPAÑA
Con el consentimiento pleno del Gobierno, el Parlamento, los diputados, las autoridades y los partidos políticos, en España sólo pagan una pequeña fracción de los derechos de propiedad intelectual; es decir, la mayoría de las editoriales fingen pagar los derechos, pero calculando las liquidaciones en base a los movimientos con los distribuidores, y consignan “devoluciones” imposibles de libros (las devoluciones provisionales de los distribuidores), porque liquidan lo contratado solamente sobre la base de un 30% del P.V.P. del libro.

Muchas de las liquidaciones que me hizo Roca Editorial presentaban saldo NEGATIVO PARA MI; o sea, que YO TENÍA QUE PAGAR A ROCA, habiendo vendido más de 2.000 ejemplares según esa liquidación en concreto.  Los contratos no prevén alguna posibilidad de esa clase. De todo lo que se habla en los contratos es del porcentaje que le corresponde al escritor del precio de venta el público de su libro, que para eso va impreso tal precio en la portada. Esta situación es posible porque la ley española de propiedad intelectual es gravemente defectuosa; entre otras extravagancias, no considera delito que las editoriales incumplan sus contratos. Si un escritor estafado como yo decide denunciar a la editorial, sólo conseguiría que un juez dictaminara un juicio de faltas, donde la editorial sólo podría ser castigada a pagar una multa y JAMÁS a DEVOLVER LO ROBADO AL ESCRITOR. Sé que algunos escritores españoles se permiten exigir a su editorial registras el contrato en una notaría, lo que ofrece algunas garantías de cobrar. De otro modo, no hay tutía. Y hay de ti si exiges a la editorial ir al notario; te mandará a tomar por el culo.

Quienes publicamos en España cobramos en realidad MENOS DEL 3% DEL PRECIO DEL LIBRO, es decir MENOS DE LA TERCERA PARTE DE LO QUE NOS PERTENECE. El gobierno y todas las instituciones lo permiten. Debe de ser porque los escritores NO SOMOS ELECTORALMENTE SIGNIFICATIVOS. Somos muy pocos y los dsiputados no consideran que deben hacernos caso, AUNQUE LA LITERATURA ESPAÑOLA SE HAYA VUELTO INSIGNIFICANTE A ESCALA MUNDIAL.


En estos siete años de agonía, porque Roca Editorial debe de haberme robado unos 125.000 euros de mis derechos de propiedad intelectual, he recurrido a la policía, Moncloa, La Zarzuela, el ministro de industria, el defensor del pueblo, el parlamento, todos los parlamentarios, la generalitat y el defensor del pueblo europeo. Casi nadie me ha respondido y los pocos que lo hicieron indicaron “denuncie usted”, cuando todas esas personas deberían saber que los escritores, SEGÚN LE LEY ESPAÑOLA, no tenemos derechos legales. AAL DENUNCIAR, SOLAMENTE PERDEMOS LOS COSTOS DE LOS PROCESOS, QUE YA SABEMOS LO MUCHO QUE SUMAN.

POR CONSIGUIENTE, salvo dos o tres escritores que amarran muy bien sus derechos mediante registros notariales y demás, quienes publicamos en España cobramos en realidad MENOS DEL 3% DEL PRECIO DEL LIBRO, es decir MENOS DE LA TERCERA PARTE DE LO QUE NOS PERTENECE. Por consiguiente, nadie podría financiarse dos o tres años de investigación, estudio, composición y demás como para producir obras muy trabajadas como Harry Potter, el inefable Código, “El señor de los anillos” o “Los pilares de la tierra”.

Llama la atención que algunos escritores españoles muy consagrados, se vean a obligados a escribir artículos en los periódicos para sobrevivir.
ES QUE SEGÚN LA LEY ESPAÑOLA DE PROPIEDAD INTELECTUAL, NO PUEDEN EXISTIR ESCRITORES PROFESIONALES EN ESPAÑA. ES DECIR, ESCRITORES QUE PUEDAN DEDICAR EXCLUSIVAMENTE A ESCRIBIR, QUE ES LA ÚNICA FORMA DE PROFESIONALIZARSE.

Para expresarlo con la cruda realidad, yo gasté en la preparación de “Los pergaminos cátaros” más del cuádruple de lo que Roca Editorial me pagó en total por este libro. Viajé extensamente por el Languedoc y el Valle de Arán, leí más de 30 libros, consulté a las facultades de historia en Francia y Bulgaria, etc. Etc. Si tuviera que escribir de nuevo algo de ese tipo, y contando con la estafa permanente de las editoriales españolas en general, de ninguna manera dedicaría año y medio de mi tiempo y tantos medios y dinero a prepararlo.

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