sábado, 28 de julio de 2012

LA JUNTA Y URBANISMO IGNORAN LA FUNCIÓN DE LAS PÉRGOLAS

Hay montadas en Málaga decenas de pérgolas que parecen costillares de ballenas puestos al sol, sin cumplir su función.

En el Paseo Marítimo de Poniente tal vez lleguen al centenar. A nadie se le ha ocurrido plantar trepadoras a su alrededor, como glicinas, rosales trepadores, yedra, damadenoche, madreselva o algunas de las muchas otras plantas trepadoras de flor o de olor que tan bien se dan en Málaga.

El Parque de Huelin, otro que tal. Construyeron unas pretenciosas pérgolas simulando templos romanos, pero no han plantado ni una pobre yedra a sus pies, para que den la sombra que les corresponde.
Por otro lado, tampoco la junta sabe para qué son las pérgolas. Ha construido en el palmeral del puerto un espantoso mamotreto tapando y malogrando las vistas del parque desde la Farola, y no ha plantado a sus pies ni un rosal trepador...una madreselva... o una tomatera. Nada. Claro, que no es de extrañar, pues la junta ha pretendido volver a engañar a los malagueños cubriendo grandes extensiones del palmeral con piedra molida teñida de verde, simulando la yerba y las flores que no ha plantado. En total, son unas cuatro hectáreas cubiertas de piedra, como el jardín de aquella película memorable: "Mon oncle".

La ciudad donde se han permitido monstruosidades como la Equitativa, la pérgola del pasillo de Santo Domingo o se va a permitir el Cubo de Moneoo... es evidente que necesita un esteta-paisajista que tenga la última palabra ante los dislates de Urbanismo y el Colegio de Arquitecto.

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