sábado, 27 de agosto de 2011

EL AYUNTAMIENTO DE MÁLAGA INCUMPLE LA LEY

Acabo de inscribirme en el polideportivo municipal de calle Malasaña. Dejando a un lado la impresentable arquitectura, el polideportivo ofrece buenos servicios
Pero… programa inscripciones a los jubilados a mitad de precio, lo cual es razonable. Pero una vez dado de alta, descubro que mi abono de jubilado no me permite entrar en el polideportivo más que cinco días a la semana por las mañanas. Quedando fuera de mis posibilidades ir por las tardes y en sábado o domingo. Pregunto si hay alguna fórmula para soslayar esa extravagancia y me responden que NONES.
O sea, el ayuntamiento me cobra la mitad del precio, pero restringe mis derechos a menos de un 30%. Pregunto a un abogado, que me responde que eso es claramente anticonstitucional. Por ser mayor de 65 años, el ayuntamiento ha decido que tengo menos derechos que si tuviera cincuenta, lo cual está claramente prohibido en la Constitución.
Si los jubilados no fueran tan mansos, trataría de reunir un grupo para denunciar esta ilegalidad municipal y visto, lo visto, tal vez deba hacerlo por mi cuenta.
HE VIVIDO EN MUCHOS PAÍSES Y JAMÁS HE TOLERADO QUE ME DISCRIMINEN, NI SIQUIERA POR SER EXTRANJERO.

miércoles, 24 de agosto de 2011

SIN RASCACIELOS NO TENDREMOS CAMPO



He vivido casi siempre lejos y residir en la distancia de lo que se ama es un desgarro cotidiano. Unos lo alivian con el olvido y otros como yo durante muchos años, con el sortilegio de cuentos de hadas que es esta herramienta informática a la que, como el espejo de la madrastra de Blancanieves, se le puede preguntar no quién es el más guapo del lugar, sino "¿cómo va lo mío?"
Para quien lo suyo es Málaga, este espejo de Internet es el único medio de saber cómo va día a día y desatino a desatino cuando se mora lejos.
Desatino a desatino, me encontré no hace mucho notas de prensa en los periódicos digitales que reseñaban la presentación de firmas contra los rascacielos de Martiricos y La Isla que proyecta el nuevo Plan General de Málaga.
Después de eso, y por razones de salud, volví a residir en Málaga hace cinco meses
Siempre me ha causado mucha curiosidad la pregunta de quién organiza estas `espontáneas´ presentaciones de firmas. En este caso, y como conozco muy a fondo el percal, supongo que quien convoca y fomenta la recogida de firmas son los mismos que, entre galgos y culebras, amenazaban con encadenarse a los corralones del Bulto para que no desapareciera aquel terrible, dolorosísimo y pernicioso mercado de la droga que era la calle López Pinto, sin cuya demolición nos habríamos perdido una Avenida de las Américas con vistas al mar.
El asunto viene de muy lejos.
Tuvimos en esta ciudad desmemoriada y carente de ambición un mandatario que se dejó dominar por las furias desatinadas de los que no quieren rascacielos ni nada que caracterice a Málaga como la única clase de urbe que la Naturaleza y la Historia le permiten ser. La tesis era que Córdoba y Vitoria son dos ciudades magníficamente urbanizadas, muy agradables y `vivibles´, donde los rascacielos están prohibidos y desterrados. Ejemplos que eran citados con frecuencia por Aparicio como los ideales de ciudad en los que Málaga tenía que inspirarse.
Lo malo de los ideales utópicos es que son modelos cerrados, sin ductilidad ni ese don supremo de la inteligencia que es el análisis profundo y pragmático de la realidad. Ese modelo cerrado y vociferante, con recogidas de firmas organizadas por IU y PSOE, nos trajo la fea insensatez urbanística que es Teatinos, donde Aparicio nos había prometido un parque de 105 hectáreas.
Ahora, veo notas donde, confundiendo lo público con lo privado, se quiere hacer parecer diabólica esa maravilla proyectada entre la avenida de Juan XXII, la de Europa y el futuro bulevar de Renfe.

Málaga no puede, en modo alguno, compararse con Córdoba ni Vitoria. Ninguna de esas dos ciudades alcanza la mitad de la población de Málaga y ambas ocupan extensas llanuras. Estepas donde nadie podría recolectar una cañaduz ni un aguacate. Ni Vitoria ni Córdoba son, como Málaga, ciudades desbocadas que llenan una estrecha faja de terreno deslizado ladera abajo desde montañas encrespadas.
Un día, hace años, en una tertulia que organizaba la Confederación de Empresarios en el Gallo de Indias, se lo vi demostrar a López Cohard. Cogió un paquete de cigarrillos y, poniéndolo acostado sobre la mesa, dijo: "Así es como se nos obliga a construir"; a continuación, lo puso de pie y dijo: "Así, la misma construcción, con los mismos metros cuadrados útiles, es mucho más barata (por la multiplicación de conducciones comunes) y ocupa la cuarta parte terreno. El resto del solar serían jardines y árboles".

¿Alguien ilustra con datos y planos a los que recogen firmas para oponerse a todo, con tal de que Málaga no vaya adelante?
¿Alguien les ha dicho que junta-PSOE pretenden condenar a Málaga a retroceder a sus tiempos de aldea prehistórica, mientras las antiguas aldeas vecinas se convierten en grandes urbes?
¿Alguien les ha dicho que la mayor parte de los 380 kilómetros cuadrados del municipio de Málaga son monte intocable?
¿Alguien les ha enseñado que construyendo a base de cinco o seis plantas nos estamos quedando sin Hoya del Guadalhorce?
Cuando yo era niño, la Cruz de Humilladero era `las afueras´ y el Tiro de Pichón, un arrabal de extrarradio. Que nadie crea que hay una vida por delante. Sin rascacielos, en menos de una generación Málaga se quedará sin huertos ni cultivos de naranjos ni mangos, sin cañaduces ni chumberas.
Hace años que escribo una colección de cuentos que, cronológicamente, narran con febril imaginación una historia mítica de Málaga. No consigo editor para estos relatos largos o novelas cortas (según el gusto de cada cual), pero yo sigo, erre que erre. En relación con una Málaga sin rascacielos, tengo previsto un cuento futurista donde uno de mis descendientes se construye un apartamento en la `corona´ del Monte Coronado.
Sin rascacielos, de aquí a nada no tendremos campo.

lunes, 22 de agosto de 2011

UNA RAYA EN EL AGUA

Imposible es navegar unas pocas brazas por el Mediterráneo sin sentir un soplo cómplice de Poseidón ni escuchar, a lo lejos, un coro de sirenas sugeridoras de gozos que en ningún otro sitio podrían ser mayores. Un coro en el que se confundirían las melenas doradas de las tarascas de Ulises con la de Daril Hanna perseguida por Tom Hank.
Del mar central del mundo antiguo heredamos los malagueños los fundamentos de nuestra cultura y nuestro sentido de la convivencia, pues de tierra adentro sólo recibimos sinsabores y atracos a mano armada, principalmente durante los últimos años. Para nosotros, cualquier singladura transmediterránea es como ir de cabotaje, de hito en hito, por la Historia universal, soñando que uno se topará con la impronta de los dioses y semidioses más trascendentales que han vivido por los siglos de los siglos.
Pero el personaje que yo conocí viajando de Valencia a Mallorca sólo era trascendental en la sala de máquinas. Un marinero de ésos con voz ronca de aguardiente como el de la copla “Tatuaje”, pero ni alto ni rubio como la cerveza, sino moreno y un puntito chulapón. Llevaba la camisa desabrochada sobre el bosque oscuro del pecho, donde fulgía como un sol crepuscular un medallón de la Virgen del Carmen. Dicharachero, aunque en su expresión había marejadilla.
Es delicioso recibir en la cara la brisa salobre en la cubierta de un barco que navega de noche, pero como seis horas de travesía dan para un atracón de brisa si uno es insomne, dan también para entablar conversación. El marinero de voz tronante que había salido a fumar un cigarrillo, me confió que tenía que hacerle un favor a su hermano, a quien su mujer lo había abandonado y ahora bailaba por peteneras en un local de Palma. Se disponía a cantarle las cuarenta esa misma madrugada.
Le aconsejé según el refrán marinero que “a las mujeres, como al viento, con mucho tiento”. Me respondió que sí, pero que “agua coge con red quien cree la palabra de una mujer”. Argüí que los marineros, con una mujer en cada puerto, poco respeto demuestran por ellas. Y él, ya hecho un brazo de mar, casi gritó que cada palo aguante su vela.
Me dejó solo con mi ensoñación bajo el relente de cubierta y traspuso una puerta con aires de reina ofendida, como si yo hubiera violado a su cuñada.
Ignoro si abroncó a la infiel, pero sé que, al volver a su trabajo a la tarde siguiente, dejó sobre la cubierta del ferry la estela ozonizada de quien vive entre dos dimensiones.
Aunque sea de este mundo, el reino de Poseidón es otro mundo. Allí, el sistema métrico decimal no cuenta y todo, hasta las pasiones, tiene otra clase de medidas. Tal vez desmesuradas, pero tatúan el alma de manera imborrable.
Esta realidad inalterable no la en tienden los que nacieron en los páramos, dehesas y sembrados del Guadalquivir, que por mucho que lo pretendan no se puede comparar con nuestro Alborán, luz, vida e ímpetu tatuados en los genes de los malagueños, genes que no comparten nuestros hostiles vecinos.

sábado, 20 de agosto de 2011

UNA TENEBROSA CRIMINAL


Marie Madeleine d’Aubray, marquesa de Brinvillier-La-Motte, nació el 22 de julio de 1630. Era la mayor de cinco hijos que tuvo Antoine Dreux d’Aubray, señor de Offémont y de Villiers, Consejero de Estado, Preboste y Vizconde de París y Teniente Civil de París. Marie Madeleine recibió una buena educación literaria pero poco o nada religiosa y moral. Perdió la virginidad a los siete años cohabitando con sus propios hermanos. Tenía mucho amor propio y una naturaleza ardiente y apasionada.
A los 21 años (1651) se casó con Antoine Cobelin de Brinvilliers, barón de Nocerar, aportando al matrimonio una dote de 200.000 libras, reuniendo entre ambos una gran fortuna. Amable, fogosa y bella, intrépida, de espíritu vivo, de gran sangre fría, imperturbable ante los imprevistos, resuelta a sufrir y a morir si fuese necesario, así la describen los que la conocieron bien en su época. Ojos azules, cabellos castaños, muy blanca de piel, era sin embargo pequeña y menuda de talla.
El marqués de Brinvilliers tenía amistad íntima con un capitán de caballería llamado Godin de Sainte Croîx, bastardo de una buena familia de Gascuña. Pronto fue el amante de Marie Madeleine lo que al parecer consentía el marido que a su vez tenía otras amantes. Pero el padre de Marie Madeleine que lo supo, se enfureció y consiguió que Sainte Croix fuese detenido y encerrado en La Bastilla el 19 de marzo de 1663.
Fue al parecer en La Bastilla donde Sainte Croix aprendió todo lo relativo a la preparación de venenos con un tal Exili o Eggidi o Gilles, gentil hombre italiano que estuvo al servicio de la reina Cristina de Suecia.
Cuando logró salir libre de la prisión, enseñó a su vez aquellos conocimientos a su amante. Poco tiempo después Exili fue deportado pero de alguna manera se escapó o regresó a París alojándose preciosamente en la propia casa de Sainte Croix. Exili había aprendido a su vez la química de los venenos de un conocido químico de la época, el suizo Cristophe Glaser, establecido en París, autor de un célebre "Tratado de Química", boticario del rey, y descubridor del sulfato de potasa que llevó su nombre.
Este famoso Glaser era quien al parecer proveía de sustancias químicas a Sainte Croix y a Exili. La Brinvilliers volvió con su amante apenas salido de la cárcel y se despertó en ella un profundo odio contra su padre responsable de la prisión de Sainte Croix. Tal fue su odio que decidió fríamente vengarse acabando con su vida y a la vez apropiarse así de la fortuna paterna. La Brinvilliers comenzó a visitar a los pobres y desvalidos de los hospitales a los que llevaba dulces, vino, galletas y otros regalos y pronto aquellos que atendía con tanto cariño aparente, morían. Hizo una diversión y un ensayo con el envenenamiento de los enfermos de los hospitales, observando el efecto de las sustancias que les administraba.
Según las investigaciones de la policía de la época envenenó también a varios criados "para ensayar". Una vez que probó lo que llamaba "la receta de Glaser", comprobando la impotencia de los médicos para descubrir las trazas del veneno en el cadáver, cuando estuvo segura del efecto, decidió el envenenamiento de su padre.
El 13 de junio de 1666, Antoine Dreux d’Aubray, que hacía varios meses sufría extrañas molestias, decidió marchar a sus tierras de Offrémont, a escasas leguas de Compiêgne, rogando a su hija que le acompañase y pasara con él y sus nietos dos o tres semanas. Desde la llegada de la marquesa de Brinvilliers junto a su padre, el mal de éste empeoró, presentándose grandes vómitos cada vez más violentos, teniendo que ser trasladado a París para ser atendido por otros médicos. Su hija le acompañó.
Marie Madeleine confesaría más tarde que había administrado veneno a su padre 28 a 30 veces, con sus propias manos y a veces por medio de un lacayo llamado Gascon que Sainte Croix le había enviado como hombre de toda su confianza. Al parecer usaba arsénico mezclado con otras sustancias.
El envenenamiento duró ocho meses, al cabo de los cuales Antoine Dreux d’Aubray murió en París el 10 de septiembre de 1666 a los 66 años. La autopsia mostró según los médicos que la muerte fue por "causas naturales". Sin embargo corrió el rumor de que había sido envenenado. Le sucedió en el cargo de Teniente Civil de París, su hijo mayor del mismo nombre Antoine Dreux d’Aubray, conde de Offémont, Consejero del Parlamento e Intendente de Orleans.
Una vez que se libró de su padre que era el crítico de su conducta licenciosa, Marie Madeleine ya no tuvo freno a sus pasiones y tuvo varios amantes a la vez, entre ellos un primo suyo de quien tuvo un hijo además de los que tenía de su marido y dos que tuvo de su amante Sainte Croix. Luego se enamoró del preceptor de sus hijos, un joven llamado Briancourt, bachiller en teología. Sus devaneos no le impedían sentir celos de su primer amante Sainte Croix que andaba con otras mujeres y de su propio marido que tampoco perdía el tiempo, especialmente con una joven la Srta. Dufay a quien la Brinvilliers pensó apuñalar.
Mientras tanto, de la herencia paterna, le correspondió una parte que pronto dilapidó. A sus hermanos les había quedado sin embargo la mayor parte de la herencia. No vaciló en enviar a dos sujetos que le recomendó su amante para que asesinaran a su hermano mayor cuando viajaba en coche a Orleans, pero fracasaron en su intento. Como le urgía el dinero, se decidió a ensayar de nuevo el veneno. Para ello en 1669, consiguió hacer entrar como lacayo a un sujeto llamado La Chaussée, en casa de su hermano Antoine que vivía con el segundo hermano que era Consejero de la Corte. El lacayo usó una dosis tan fuerte de veneno que el Teniente Civil se dio cuenta increpándole. Pero La Chaussée hábilmente se excusó diciendo que serían restos de una medicina que tomaba y rápidamente tiró el líquido al fuego
Hubo un segundo intento el 6 de abril de 1670, por medio de un pastel del que comieron algunos de la familia sintiéndose enfermos. Antoine fue quien más sufrió. La Chaussée le atendía solícito y en cada bebida que tomaba le ponía más veneno. Los sufrimientos de Antoine eran cada vez mayores.
La Brinvilliers mientras tanto confesó al preceptor de sus hijos y amante de turno, Briancourt, que estaba tratando de envenenar a su hermano. El martirio de Antoine duró tres meses, vomitando continuamente, adelgazando, secándose poco a poco y muriendo por fin el 17 de junio de 1670. El otro hermano murió tres meses después y en la autopsia realizada por los cirujanos Duvaux y Duprès y el boticario Gavart, se pudo comprobar que había sido envenenado. No sólo no pareció nadie sospechar de La Chaussée, sino que su difunto amo le dejó en su testamento "100 escudos por sus leales servicios". Esta increíble Madame de Brinvilliers como se sabría más tarde, intentó envenenar a su propia hija mayor porque "le parecía tonta", aunque luego se arrepintió y le dio leche como contraveneno. Pero sus cómplices le exigían cada vez más dinero, teniendo que someterse a sus chantages. Sainte Croix tenía guardados en una arqueta unos frascos de veneno y 34 cartas de Marie Madeleine que la comprometían en los crímenes de sus familiares. Ella, al ver que su amante retenía las cartas comprometedoras, pensó en suicidarse usando sus mismos venenos. Pero fue el propio Sainte Croix quien administró a Marie Madeleine un veneno de lo que ésta se dio cuenta enseguida que se sintió mal tomando gran cantidad de leche para neutralizarlo lo que la salvó, aunque quedó sufriendo durante varios meses, recuperándose después.
Como se envanecía de sus hazañas que no podía callar, una vez dijo a uno de sus criados que "tenía en una botella que le mostró, algo con qué vengarse de sus enemigos y que en aquella botella había bastantes sucesiones". Cuando fue sometida a proceso por sus crímenes aquella palabra se haría famosa y al veneno se le llamaría "polvos de sucesión".
En 1673, cansada al parecer de su señora de compañía, Mmlle. de Villeray, la envenenó también. En sus confidencias a Briancourt, fue revelándole todos sus crímenes y le contó cómo había despreciado a sus hermanos a los que había envenenado.
Quedaban aún vivas su hermana Therèse d’Aubray y su cuñada Marie-Therèse Mangot, la viuda de Antoine, que le reprochaban su conducta viciosa. Briancourt escribió a ambas avisándoles que tuvieran cuidado pues se pretendía envenenarlas.
La Brinvilliers preparó una trampa a Briancourt a quien primero dio un veneno, que no le produjo al parecer el efecto deseado y luego encargó a Sainte Croix que le mandase apuñalar cosa que también fracasó. Un tercer intento hubo al parecer pues Briancourt cuenta que un día alguien a quien no pudo ver le disparó dos tiros que no dieron en el blanco.
Mientras tanto, el marido de la Brinvilliers, el marqués consentidor fue también objeto de las "atenciones" de su mujer que en varias ocasiones recibió varias dosis de veneno de mano de la envenenadora. Pero arrepentida más tarde, le cuidaba y le administraba un contraveneno. El pobre marqués no hacía más que tomar triaca magna y orvietan que por entonces se creía que eran potentes alexifármacos y por lo tanto preventivos del envenenamiento. Briancourt por su parte logró escapar de aquel enrarecido ambiente retirándose a dar lecciones en la casa de los padres del Oratorio.
Pero un acontecimiento imprevisto iba a tener lugar, el que serviría para descubrir los crímenes: la muerte de Sainte Croix en su misterioso laboratorio de la plaza Maubert, donde practicaba la alquimia tratando de hallar la piedra filosofal. Al parecer algunas emanaciones de las sustancias tóxicas que manipulaba y que respiró al rompieres la máscara de vidrio que utilizaba, fueron las causantes de su final.
Cuando Madame de Brinvilliers se enteró, su primer pensamiento fue: "¡La arqueta en la que están guardadas mis cartas comprometedoras!" y trató por diversos medios de obtenerlas sin conseguirlo. Sainte Croix había dejado un papel escrito al que puso por cabecera "mi confesión".
El comisario Picard se hizo cargo de las investigaciones el 8 de agosto de 1672 con el sargento Creuillebois. Éstos, en el registro realizado hallaron la arqueta con las cartas comprometedoras de las que deducirían toda la horrible historia de los crímenes, a pesar de que Sainte Croix en su confesión rogaba que la arqueta sellada se devolviese a Mme. de Brinvilliers por no contener nada de particular. Pero desobedeciendo aquel deseo, el comisario leyó las cartas y un documento por el que Mme. de Brinvilliers se comprometía a pagar a Sainte Croix 30.000 libras y las botellas conteniendo los venenos. El 22 de agosto el Teniente Civil citó a Mme. de Brinvilliers para examinar los escritos hallados, pero ésta envió a su procurador y huyó a Inglaterra. La Chaussée fue detenido. La viuda de Antoine presentó una denuncia contra los dos por el envenenamiento de su marido. La Chaussée sometido a tortura cantó de plano y fue condenado a muerte el 24 de mayo de 1673. Fue desarticulado en la propia rueda hasta que murió.
Mientras tanto, la marquesa vivía miserablemente en Londres. Luis XIV personalmente, dada la calidad de la acusada, se tomó un gran interés en el proceso. Quiso que la investigación se llevase adelante hasta sus últimas consecuencias y que todos los cómplices por alto que estuviesen fuesen descubiertos y condenados. Se solicitó la extradición de la Brinvilliers a Inglaterra y el rey de aquel país la concedió, pero Marie Madeleine había ya huido a los Países Bajos.
Mientras tanto su marido, el desconcertante marqués de Brinvilliers se había instalado tranquilamente con sus hijos en la finca y castillo de su suegro, del que Luis XIV le ordenó salir y dejar a la viuda del hermano mayor asesinado que tomase posesión de aquellos bienes. El 25 de marzo de 1676 la marquesa de Brinvilliers fue por fin detenida en Lieja en el convento en que se había refugiado. La detención es un capítulo más rocambolesco aún que la vida de esta familia. El capitán Degrez, disfrazado de abate, consiguió interesar a Mme. de Brinvilliers en una cita amorosa, y ésta cuando esperaba una aventura galante más, se encontró con un oficial de policía, M. Degrez y dos arqueros que la detuvieron pocos momentos antes de que las tropas españolas entrasen en Lieja.
La marquesa de Brinvilliers llevaba consigo en el momento de ser detenida una confesión escrita de todos sus crímenes que sería más tarde publicada por Armand Fouquier en su obra sobre las Causas cé lebres, pero el tono de la misma era tan fuerte que el propio editor no se atrevió a publicar aquello, quitando algunos párrafos y traduciendo otros al latín.
Conducida a Maestricht, fue encerrada el 29 de mayo en la prisión de la ciudad. Intentó suicidarse tomando fragmentos de vidrio molido de un vaso que había roto, y además tragó alfileres, pero todo en vano. No murió de aquel intento. Un tercer intento de suicidio fue más horrible todavía, introduciéndose un bastón por la vagina. Curada de todos aquellos intentos trató de comprar a uno de sus guardias para escapar de la prisión, matar al policía Degrez al que odiaba y al criado que la atendía, robar la caja donde Degrez guardaba su confesión escrita, coger caballos y huir.
Todo en vano. Fue trasladada a París y encerrada en la Conciergeríe el 26 de abril. Desde allí escribió cartas a sus amistades que uno de los guardianes prometía entregar, cuando en realidad eran entregadas a los magistrados.
Comenzó el proceso contra esta increíble mujer el 29 de abril de 1676. Ella negó con obstinación todos los cargos y evidencias incluso sus confesiones. Se la acusó de asesinatos, de sodomía y de incesto. Briancourt compareció ante el Tribunal haciendo un detallado relato de la vida de su examante. Mme. de Brinvilliers estaba perdida. Briancourt entre sollozos se dirigió a ella en el curso del último careo exclamando: "Os advertí muchas veces señora de vuestros desórdenes, de vuestra crueldad y que vuestros crímenes os perderían" a lo que ella respondió: "Siempre habéis sido un cobarde Briancourt, y ahora tampoco tenéis valor. Lloráis".
Durante todo el proceso no se descompuso el rostro de Marie Madeleine. Siguió negando todo. Conservó siempre su mente clara y una mirada dura en sus ojos azules. Los esfuerzos extraordinarios del abogado defensor M. Mivelle fueron inútiles. El Presidente del Tribunal anunció que le enviaría una persona de gran virtud que la consolaría en sus últimos momentos y trataría de salvar su alma, el abate Edmond Pirot, teólogo y profesor de la Sorbona, conocido en toda Europa por sus discusiones con Leibnitz.
El abate Pirot ha contado el último día de Mme. de Brinvilliers minuto a minuto en dos volúmenes que constituyen un verdadero monumento literario. Consiguió con su bondad y su habilidad convertir en cera aquella roca dura. Ella le contó todos los pormenores de su vida, con una sangre fría que dejó asombrado al abate. Escribió una carta a su marido desde la prisión pidiéndole perdón por toda la ignominia que había hecho caer sobre la familia y especialmente sobre él y sus hijos y lloró amargamente ante las palabras que le dirigió el buen sacerdote, para estimular su arrepentimiento. Le habló de sus hijos a los que decía amar tiernamente y que no había querido verlos para que no les quedase una imagen amarga de su madre.
El 16 de julio de 1676 se leyó la sentencia.
"La Corte ha declarado a la dicha d’Aubray de Brinvilliers culpable de haber envenenado a su padre M. Dreux d’Aubray y haber hecho envenenar a sus dos hermanos y atentado contra la vida de su hermana (no se habla de más muertes ni de sus ensayos). Por ello se la condena a presentarse en la puerta principal de la iglesia de Notre Dame de París, con los pies desnudos, la cuerda al cuello, manteniendo en sus manos una antorcha ardiente de 2 libras de peso y allí de rodillas declarar que por venganza y para apoderarse de sus bienes envenenó a su padre, a sus dos hermanos y atentó contra la vida de su hermana, de todo lo cual se arrepiente y pide perdón a Dios, al Rey y a la Justicia. Y en la plaza de la Grève de esta villa le cortarán la cabeza en el cadalso levantado en la dicha plaza. Luego su cuerpo será quemado y las cenizas aventadas..."
Después de la lectura de la sentencia, la llevaron a la sala de torturas.
Al entrar dijo: "Señores, es inútil eso. Yo diré todo sin olvidar un detalle. Negué todo durante el juicio porque así creía defenderme y no creí estar obligada a confesar nada. Se me ha convencido de lo contrario y os aseguro que si hubiese hablado hace tres semanas con la persona que me habéis enviado hace 24 horas (se refiere al P. Pirot) haría tres semanas que sabríais toda la verdad".
Después, levantando la voz hizo una declaración de todos sus crímenes. En cuanto a la composición de los venenos que usaba, sólo sabía que llevaban arsénico, vitriolo y veneno de sapo. El único antídoto que ella conocía era la leche. Como cómplices sólo tuvo a Sainte Croix y los lacayos.
Los jueces consideraron que había hablado sinceramente, pero la tortura era exigida por el reglamento y así se la sometió a la tortura del agua, la más cruel que se aplicaba por entonces en París. Se hacía beber enormes cantidades de agua al condenado, lo que producía una gran dilatación del estómago e intestinos y con ello horribles dolores. Pirot con sus palabras había doblegado aquel carácter de hierro y entregado a los jueces a la condenada sumisa y resignada. Pero la tortura cambió su actitud que se transformó de nuevo en odio a todo y a todos. Pero pasado el mal rato, el P. Pirot con su voz amable y bondadosa la hizo volver a su anterior estado de paz interna.
Permaneció unos instantes de rodillas ante el altar de la capilla para marchar luego al suplicio, descalza, con la camisa de los condenados, en una mano el cirio de los penitentes y en la otra un crucifijo. Al salir de la Conciergeríe fue subida a un volquete o carreta muy estrecha donde apenas podían permanecer la condenada, el verdugo y el P. Pirot. La carreta avanzaba hacia la plaza de la Grève. Las calles estaban llenas de gentes curiosas que iban a presenciar el ajusticiamiento. Un dibujante, Le Brun, le hizo un dibujo que hoy se expone en el Museo del Louvre de París con el N. 853 a lápiz rojo y negro, considerado como una obra de arte. Se ve en él la silueta del abate Pirot detrás de la condenada.
La gente la insultaba al paso aunque otros la compadecían. Subió al cadalso con entereza y dijo al sacerdote: "No os vayáis antes de que mi cabeza haya caído. Me lo habéis prometido. Os ruego me perdonéis el tiempo que os he quitado... Os ruego que digáis un De Profundis en el momento de mi muerte y mañana una misa. Rogad a Dios por mí". A lo que contestó Pirot: "Haré lo que me pedís". Y cuenta en su estremecedora obra el abate Pirot: "Se arrodilló seguidamente sobre el cadalso con la cara vuelta hacia el Sena. No estaba asustada. Sufrió pacientemente cuanto le hizo el verdugo para prepararla, cortándole los cabellos haciéndola mover la cabeza en distintas formas, a veces con rudeza. Ella se sometió a esta vergüenza pública con paciencia. Se dejó atar las manos como si le hubiesen puesto brazaletes de oro y se dejó poner la cuerda al cuello como si hubiese sido un collar de perlas". Luego dijo: "Quisiera que me quemaran viva para hacer mi sacrificio más meritorio".
El abate Pirot cantó la Salve y el pueblo le acompañó. Entonces dijo a la condenada que le iba a dar la absolución: "Renovad vuestra contrición", Y le dio la absolución, pronunciando las palabras sacramentales porque el tiempo apremiaba. La cara de Mme. de Brinvilliers irradiaba esperanza y alegría, serenidad y la ternura del arrepentimiento bien diferente de aquello que debió sentir cuando eliminaba a sus familiares.
La bruma de la tarde caía sobre París. El crepúsculo rodeaba la catedral de Notre Dâme. El verdugo Guillermo, vendó los ojos de la condenada, mientras ella repetía con el confesor las últimas oraciones. Sonó un golpe sordo. La cuchilla hizo su trabajo tan limpiamente que por un instante la cabeza parecía que no quería separarse del cuerpo. "Señor, dijo el verdugo al abate, ¿no os parece que ha sido un bello golpe? Yo me encomiendo siempre a Dios en estas ocasiones. Le haré decir seis misas a esta señora".
El cuerpo fue llevado a la pira, donde las llamas pronto la consumieron. Después las cenizas fueron dispersadas, pero el pueblo siempre imprevisible, se acercó al lugar para llevarse los restos óseos calcinados. Así terminaba su último día la que en vida se llamó Marie Madeleine d’Aubray, marquesa de Brinvilliers.

viernes, 19 de agosto de 2011

¿QUÉ DIABLOS CELEBRAMOS HOY LOS MALAGUEÑOS?




Salgo hacia la biblioteca donde leo los periódicos a diario y me la encuentro cerrada. Me fijo en los negocios de enfrente, y tampoco parecen dispuestos a abrir.
Pregunto a un viandante por qué está todo cerrado.
Responde que porque es fiesta.
Le pregunto qué fiesta.
Se encoge de hombros y me dice "no sé".

Al apartarme, caigo en la cuenta de que hoy es 19 de agosto. ¿después de más de cinco siglos se nos ocurre convertir en festivo el 19 de agosto?

Exactamente, qué celebramos? ¿Que ningún malagueño pueda presumir de un linaje superior a 500 años, porque todos somos descendientes de colonos norteños? ¿Que los 11.000 malagueños de 1487 fueran vendidos como esclavos en Nápoles, por la codicia de Fernando de Aragón, despçués de haberles hecho pagar un rescate de 26 carretas de oro? ¿Qué, mediante sus secretarios/espías, los RRCC convirtieran Málaga en un repugnante centro de intrigas y traiciones, encabezadas por Alí Dordux?

NADIE PUEDE SENTIR OPRGBULLO AL REVISAR LOS ACONTECIMIENTOS DE 1487. Tal vez lo único positivo sea que en la actualidad no estamos gobernados por imanes musulmanes, aunque de los dos siglos y medio de inquisición no nos libró nadie.


Un descerebrado/indocumentado eliminó del calendario la fiesta mayor malagueña, de 1.700 años de antigüedad, y ahora, en vez de restituirla, inventamos una conmemoración execrable –de la que tendríamos que avegonzarnos-mientras plagiamos la feria de Sevilla como colonizados sin personalidad.

martes, 16 de agosto de 2011

Debemos encontrar al número uno de eta.



Aunque el PSOE no estaría por la labor, la sociedad española tendría que buscar, identificar y detener al verdadero NÚMERO UNO DE ETA.

Cada dos por tres, nos cuentan que han detenido a la cúpula de ETA. Hace años, yo creía que descabezada la fiera, tardaría en recuperarse y nos mantendríamos algún tiempo tranquilos. Pero la realidad es que siempre le crece a la fiera una cabeza nueva de inmediato, como si fuera un miembro de una salamandra
La pregunta es inevitable. Una vez apresada la cúpula de ETA, ¿quién dispone de autoridad y medios como para nombrar una nueva cúpula inmediatamente?

¿QUIÉN ES NÚMERO UNO?
Todos sabemos que ETA nació hace unos sesenta años, a partir de una reflexión del PNV en la clandestinidad. Había que crear un ejército de gudaris para abatir al Estado, estrategia en la que los naZionalistas catalanes les secundaron. Por mucho que lo silencien todos los medios, el origen de ETA es ese y ni siquiera los peneuvistas lo niegan. Son muchos los personajes destacados del PNV que justifican e incluso alaban a los terroristas: “Son hijos de puta pero son NUESTROS hijos de puta”. Recordemos la exclamación de Arzalluz cuando supimos que los etarras habían robado ocho toneladas de explosivos en Francia. Sin lograr disimular su entusiasmo, Arzalluz exclamó: “¡Qué machada!”.
Nunca se ha apresado a un verdadero número UNO DE ETA. Si así fuera, tras la detención de una cúpula tardarían mucho en recomponerse, en vez de reaparecer en seguida tan campantes.
Una etapa de mi estancia en Venezuela fui asesor publicitario de la presidencia de LA VIVIENDA, ENTIDAD DE AHORRO Y PRÉSTAMO, cuyo presidente y director general eran vascos. Y no sólo eso; el presidente era jesuita. En los altos despachos de esta entidad (la mayor de Venezuela entonces) se hablaba libremente de los “pagos a San Juan de Luz”. Generosas donaciones a ETA que no eran forzadas por extorsión. Lo cierto era que muchas empresas de condiciones parecidas, en toda Hispanoamérica, realizaban transferencias igual de generosas. ¿Para qué iba a necesitar ETA de pequeños impuestos revolucionarios? Según comentaban los donadores, el “impuesto revolucionario” tenía sólo el objeto de constituirse en un símbolo, que los empresarios residentes en las vascongadas se acostumbrasen a pagar `para “construir” el estado.
Es lícito sospechar que EL NÚMERO UNO DE ETA se enmascara en un prestigioso y pomposo despacho, donde dispone de archivos y medios electrónicos de comunicación para que la mafia terrorista cuente permanentemente con una médula imbatible. Un despacho bajo un disfraz institucional o religioso.

sábado, 13 de agosto de 2011

Concierto de Órgano en la Catedral de Málaga

DESPRECIA LA IGNORANCIA

Defender la permanencia de la Catedral de Málaga sin terminar, aceptando la ruina acelerada que el edificio sufre, es propio de ignorantes insensibles.

ENCABECEMOS UNA INICIATIVA POPULAR PRO TERMINACIÓN DEL TEMPLO

Escribe a
jlmgvc@gmail.com

miércoles, 10 de agosto de 2011

¿IMPOSIBLE TERMINAR LA CATEDRAL DE MÁLAGA?...CAMINANTE, ¿NO HAY CAMINO?



Esta mañana, la edición impresa de SUR dedica las páginas 2 y 3 a la catedral. En recuadros, son preguntadas tres personalidades; junto al alcalde, un juntero y un responsable del colegio de arquitectos. Como de costumbre, el alcalde se preocupa demasiado por no contrariar a nadie, de modo que no habla más que de nuestra vergüenza colectiva. El juntero y el arquitecto gastan largas parrafadas para NO DECIR NADA. Nadie habla de metodología. SE TRATA DE UN DINERO MUY CONSIDERABLE, NO SÓLO POR LA OBRA EN SÍ, SINO POR LOS CENTENARES DE ESCULTURAS QUE HAY QUE ESCULPIR.

LA ALUSIÓN A LA SAGRADA FAMILIA NO SIRVE. Ese es un símbolo del independentismo catalán, para lo que se le denominó "Templo expiatorio nacional (catalán)" En su momento, se consideró que contribuir con un óbolo acercaba a los donantes al ideal independentista. Son muchos los que creen en Barcelona que el día que se acabe el templo se proclamará la independencia de Cataluña

En nuestra catedral (cuando alguien dice la manquita me enfurezco y puedo ser agresivo) es necesario otro método. Ergo:

CIUDAD DE GALVESTON, haría falta que un embajador extraordinario (Antonio Domínguez?) se diera una vuelta por allí para hablar a las "fuerzas vivas de la ciudad". También, invitar al embajador norteamericano y contarle de Bernardo Gálvez, Pensacola y demás.

GALA-GALA. Ya hemos visto lo que es capaz de hacer Antonio Banderas convocando “galas starlite” Habría que pedirle que organizara una, por ejemplo en el Palacio de Ferias, pero de gran alcance internacional.

ARTISTAS MALAGUEÑOS. No veo que las instituciones de Málaga se fijen en el buen número de artistas locales que triunfan por ahí. Se les debería invitar en Semana Santa y otros eventos, a fin de que fueran movidos los medios de información . Que el alcalde convocara una reunión con María Barranco, Pablo Puyol, Pepón Nieto, Kitty Manver, y decenas de etcéteras, para hablar de la catedral. Entre todos, podrían surgir iniciativas originales y, sobre todo, rendidoras.

HAY QUE ANDAR EL CAMINO

martes, 9 de agosto de 2011

INICIATIVA POPULAR POR LA TERMINACIÓN DE LA CATEDRAL.



La prensa malagueña está hablando sobre la terminación de la catedral como el deseo del obispo,-como si sólo el lo quisiera- frivolizando de tal manera lo que es un problema muy grave de toda la ciudad.
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Dijo Brecht que "en estos tiempos, hablar de árboles es casi un crimen".

Dar la impresión que la necesidad de acabar la catedral es SOLO el antojo de unas jerarquía religiosa es falsear la realidad y engañar a la ciudadanía más ignorante o impresionable. . Todo el mundo con dos centímetros de frente tiene claro que si la catedral no se acaba... ¡se acabó!.

ES INDISPENSABLE QUE DEMOS UN PASO AL FRENTE CIUDADANOS NO CONDICIONADOS POR GREMIALISMOS NI OTROS INTERESES.
Malagueños simples debemos juntarnos para exigir el fin lógico del problema. Escribidme a jlmgvc@gmail.com

EL TELEFÉRICO A GIBRALFARO O MÁLAGA LA GAFADA



En los 70, se habló de construir un teleférico desde el Paseo de la Farola a Gibralfaro. No dudábamos de que se haría, pero discutimos apasionadamente sobre si convendría más un teleférico o un funicular.

Pero pronto llegó nuestra tragedia del encadenamiento a la autonomía de Sevilla y las ambiciones de Málaga no sólo pasaron al olvido, sino que el PSOE prohibió taxativamente a las autoridades psoístas de Málaga hablar de ellas. Recuerden la orden de Alfonso Guerra: “Málaga ha crecido demasiado. Ahora le toca a Sevilla”. Orden que Pedro Aparicio, alcalde que traicionó a Málaga durante 16 años, obedeció a pies juntillas. Como si le faltaran algunos tornillos, declaraba a la prensa sin parar que “Yo no soy localista” (¡)

Cuando yo escribía la información municipal del Diario de la Costa del Sol, permanecía todas las mañanas ante la puerta de la alcaldía o en la sala de espera del alcalde, en el primer piso de la casona. Era muy frecuente (todas las semanas), que llegaran funcionarios sevillanos de la junta a ordenar a Aparicio que…¡por solidaridad con Sevilla!, contuviera a los malagueños para que no protestásemos por algo que iban a llevarse.

Es natural que Aparicio ordenara olvidar el teleférico. Él tenía orden de desmantelar Málaga y hasta de desposeerla de su personalidad (sustituyéndola por un remedo de la sevillana). Mandó perseguir encarnizadamente a los que intentasen levantar júas y hasta eliminó del calendario la fiesta mayor de Málaga, el 18 de junio, instaurada por los Reyes Católicos.

¿MÁLAGA ESTÁ GAFADA?

Somos conscientes de lo dificultoso que ha resultado llevar Málaga adelante desde que nos libramos del PSOE en la corporación. LA JUNTA NOS MIENTE YA CON EL MAYOR DESCARO Y APLAZA “SINE DIE” TODAS LAS OBRAS EN LA CAPITAL, AUMENTANDO CON LA PARÁLISIS NUESTRO PARO JUVENIL, al gobierno central no le importa situarse al margen de la ley para fastidiarnos (como en el caso del campamento). Adif nos explota y nos miente, el ministerio de fomento juega asquerosamente sucio contra nosotros… LOS PELOTARIS DEL PSOE afirman que son ATAQUES CONTRA EL “ENEMIGO POLÏTICO” que es el alcalde, pero todos recordamos a la perfección las jugadas traidoras de Pedro Aparicio. ANSÍAN ASALTAR LA ALCALDÍA PARA SEGUIR LA OBRA DE APARICIO, DESMANTELÁNDONOS DEL TODO, HASTA LA EXTENUACIÓN.

A MIS COMUNICANTES.
A los amigos que me escriben a la dirección de mi web les agradezco sus palabras. Les ruego paciencia, porque intentaré ir respondiéndoles a todos.

viernes, 5 de agosto de 2011

EL DESISTIMIENTO PERPETUO DE MÁLAGA

Málaga ha desistido de nuevo, renunciando a la Marina de Arraijanal, su última oportunidad de contar con un puerto deportivo de lujo.

Cuando emigré a Cataluña, me enamoró su tenacidad en pro de la materialización de un sueño. Resultaba fascinante que Barcelona llevase desde el siglo XIX enjaretando el mismo plan urbanístico, hasta convertirse en la ciudad más lógica de Europa. Casi un siglo y medio después de Ildefonso Cerdá, Barcelona continúa abriendo calles según aquel plan. Y de resultas, se ha desbordado Diagonal abajo hacia el mar, edificando la más espectacular de las fachadas marítimas urbanas del continente.

Entonces, envidiaba más el espíritu que lo material. Recordaba con desolación que cuando se diseñó el Plan Cerdá, Málaga y Barcelona competían como potencias industriales, y me preguntaba qué nos hace tan inconstantes a los malagueños.

Mientras buscaba mi porvenir por Barcelona, aquí comenzaba a ponerse en marcha el Polígono Alameda. Aunque apenado por ver extirpar uno de los barrios literarios de España, seguí con fruición lo que se planeaba en la finca de los Larios, que diseñaba la metrópolis que Málaga viene renunciando a ser desde la filoxera. El Plan Alameda intentaba crear un centro moderno, integrándolo con los barrios de Trinidad-Perchel.
Pero aquí somos inconstantes aunque nos comprometa un plan, que trazaba conexiones hacia todos sus alrededores. Pasados los años que el plan tardó en completarse, Málaga desistió de vías indispensables para la integración: la calle Compositor Lehmberg está dibujada en el plano dando un quiebro junto a Hilera, para prolongarse por Montes de Oca hasta el Arroyo de los Ángeles; desistimos y consentimos que construyeran en el solar público un centro comercial. La Serna sigue ocupada por un maloliente mercado cuando ya tendría que haberse prolongado por Rachmaninov. Y la Ronda Intermedia, que iba a ser la gran orilla del nuevo centro, fue desistida, truncada por un hospital, y toleramos el desbordamiento de la “ciudad sanitaria” en un lugar poco salubre, cuando deberíamos haberla trasladado a un lugar abierto, más moderna y eficaz y sin las aglomeraciones que la constriñen.

A pesar de nuestra escasa ambición Málaga tiene el ímpetu que le da la geografía, , y la ciudad no desaparece como pretende el PSOE-junta. Para soslayar la trampa en la ciudad que se ha convertido porque tienen que atravesarla quienes no llegan para quedarse, proyectamos una Carretera de Arco que de haber sido terminada y desdoblada en autovía no sería ni mucho menos apremiante que supliquemos que terminen de una puñetera vez la Hiperronda. Pero es que consentimos que la junta se ”olvidar fa” dela Carretera de Arco

Ahora, el nuevo Plan General prevfé un conjunto interesante en los terrenos que ha ocupado en la playa de La Isla una central térmica durante más tiempo de lo conveniente. Hace poco, leí con estupor que un personaje del PSOE exigía que ahí se construyan viviendas protegidas. Habría que recordarle que su propuesta equivale a NO enseñar al pobre a pescar, y además de darle el pez ya pescado, servírselo frito y con ensalada mixta, porque lo que necesita el pobre son los tres mil puestos de trabajo permanentes que pueden crearse en el gran complejo turístico que deberíamos soñar en la playa de La Isla: ¿seis o siete hoteles y un centro de talasoterapia de lujo?

Ni siquiera tenemos el Luna Park necesario en una población tan grande. Y a propósito, no aprovechamos suficientemente TODO EL AÑO los espacios y conveniencias del Cortijo de Torres También parecemos a punto de desistir del Guadalmedina (en un innecesario “concurso de ideas), paseo que convertiría de golpe a Málaga en una ciudad brillante y enorgullecedora. Y un oscuro político amenaza presentar una demanda en “Europa” si se soluciona-

Otro desistimiento que ahora anuncian concierne a la dársena Uno del puerto. Cuando comenzaron a hablar del asunto proyectaban una marina deportiva como la que ha resultado de la reconversión del puerto de Alicante Pero autoridades portuarias-PSOE se oponen..

Málaga no debería aceptar que le obliguen siempre a desistir de sus intereses. Desoigamos a los que bloquean los intentos de desarrollo turístico (y cualquier otro) con argumentos conservacionistas, mientras donde pueden permiten atrocidades medioambientales en nombre del progreso turístico de aldeas transmutadas en emporios económicos. Málaga no puede aceptar el papel contrario, la metamorfosis de una urbe trimilenaria en aldea. No deberíamos desistir de la Marina de Arraijanal, porque construirla representaría progreso urbano y paisajístico, la entrada en los circuitos del turismo caro

Quienes practican la alquimia anticuada y malvada de ordenar el territorio a su gusto, a la manera de los Planes Quinquenales Soviéticos, los programas de limpieza étnica nazis o los desvaríos de Ceacescu, niegan la tenaz realidad del desarrollo compulsivo de Málaga y pretenden forzarla a paralizarse y ser perpetuamente una ciudad pobretona, de segunda división, sin fuelle ni iniciativa, sin instituciones propias, sometida y súbdita de otra. Frente a eso, más que fenicia, romana o mora, Málaga tiende a comportarse como bizantina; ¿permitiremos que siga el PSOE engañándonos para enredarnos en discusiones inútiles y desistiremos una y otra vez por los siglos de los siglos?

martes, 2 de agosto de 2011

MÁLAGA CARECE DE PERIÓDICO PROPIO

Ninguno de los tres periódicos que se venden en Málaga es de capital malagueño. Los tres dependen de intereses foráneos, constantemente contrarios a que Málaga proteste por el trato vejatorio que recibe de las administraciones controladas por el PSOE.

En el desencuentro historico de Málaga contra la burocracia sevillana, los tres periódicos se posicionan siempre a favor de es burocracia juntera antimalagueña.

También los periódicos de reparto gratuito dependen de capitales extraños y siempre contrarios a las reivindicaciones malagueñas.
Pero en la hora presente en indispensable que Málaga proteste por el trato que recibe y reivindique una situación de justicia para su condición de sexta ciudad mayor de España y tercera o cuarta conurbación.

NO SE PUEDE SOPORTAR MÁS ESTE TRATO, A MENOS QUE ACEPTEMOS CONVERTINOS EN POCO TIEMPO EN UNA CIUDAD IRRELEVANTE EN RIESGO DE EXTINCIÓN.

Un periódico DE VERAS MALAGUEÑO podría ayudar a ser constantes y firmes en tales reivindicaciones y protestas.

Sabido que la creación de un periódico podría costar unos 6 millones de inversión, ni siquiera soñamos con ello.

Pero podría ir haciéndose camino creando un semanario de distribución gratuita, que no requeriría casi inversión. En la práctica, bastaría con disponer de un fondo de garantía (para los tres primeros meses) que al mismo tiempo pudiera ser el capital redgistrado de la empresa. Unos 30.000 euros.

Bastaría con que 30 malagueños se pusieran de acuerdo para depositar 1.000 euros cada uno. O 300, depositando/invirtiendo 100 euros cada uno O… millares de pequeños inversores a 40 ó 50 euros.

La cuestión es que no se trata de un proyecto irrealizable. En unos tres años de funcionamiento del Semanario gratuíto, podría alcanzarse la meta de crear un diario normal.

Si te interesa esta cuestión, escribe a
jlmgvc@gmail.com