viernes, 29 de abril de 2011

OPORTUNIDAD PARA MÁLAGA EN EE.UU



El huracán Ike devastó en 2008 con saña especial la ciudad de Galveston, en Texas, Estados Unidos.
Cuando me enteré, y recordando la situación y orografía de la ciudad, me llevé un gran sobresalto y un estremecimiento.
La vida me ha obligado a mirar a Málaga de lejos casi siempre, y hace muchos años que tengo la impresión de que nuestra ciudad no sabe aprovecharse de sus ocasiones, que son muy numerosas, variopintas y valiosísimas, ocasiones desaprovechadas que no vale la pena enumerar ahora.
El topónimo GALVESTON viene del nombre de la nao capitana del héroe de Pensacola, Bernardo Gálvez, nacido en Macharaviaya e hijo de Matías Gálvez, que era virrey de México (y también de Luisiana) cuando la guerra de independencia de los EE.UU, y prácticamente todo el sur actual de la Unión pertenecía a España. Bernardo también fue virrey y reinó muchos años junto a su madrastra, Ana Zayas; pero tras lo de Pensacola, Bernardo se enamoró de una mulata en New Orleáns, se casó con ella convirtiéndola en virreina de la Nueva España. Ana Zayas se sintió desplazada, por lo que volvió a Málaga un poco como la Reina de Saba –sumamente rica-. Parece que plantó sus reales en La Virreina y que fue responsable de la entrega a su hijastro de donativos del Cabildo, procedentes de fondos destinados a rematar la Catedral –que nunca se acabó, como vemos-.
En cierta ocasión, mientras pasaba unas vacaciones en Palm Beach, varios amigos propusieron un largo viaje en coche para visitar a uno de su grupo que vivía en Houston. Durante el recorrido, visité sitios míticos para mí, como Atlanta (nada parecida a la de la película) y dos “misiones” hispano-mexicanas. Pero lo que más me impactó fue un pequeño monumento dedicado al fundador de Galveston, Bernardo de Gálvez, donde reza que nació en Málaga. Hasta aquel momento, no tenía la menor idea de quién era este paisano. Después me apasionó, porque su vida sería un argumento perfecto para una novela.
Bernardo Gálvez es uno de los héroes “oficiales” de la independencia norteamericana, y los malagueños apenas sabemos de él.
Un hermanamiento de Málaga con Galveston podría servirnos para que se hablara de nosotros en el poderoso país y, tal vez, aparecería la oportunidad de hablar de la torre de la catedral y de la virreina Ana de Zayas.

jueves, 28 de abril de 2011

Ciriaco y Paula UNO LOS “DESAPARICIÓ” Y DE LA TORRE SE CAYERON



Obedeciendo el Plan Secreto del PSOE contra Málaga, el alcalde desmantelador se cargó nuestra fiesta mayor, el 18 de junio, instaurada por los Reyes Católicos.
Me apresuro a aclarar que no considero este asunto una cuestión exclusivamente religiosa. La experiencia en otros lares y en varios continentes da para asegurar que pueblo que da la espalda a su memoria y a sus esencias, pueblo que se la pega contra los acantilados del tiempo.
Si uno fuera supersticioso, cosa que no es aunque meigas haberlas haylas, tendería a creer que a los malagueños se nos metió el bajío hace exactamente ciento veintiséis años. Esa fecha, 1887, alguien consideró que el cuarto centenario de la toma de Málaga por los Reyes Católicos era una buena ocasión para desterrar de nuestros usos y costumbres la tradición más antigua y sólida de toda Andalucía, la única que de verdad había sobrevivido a la dominación musulmana sin altibajos. Ese alguien aceptó como válido y como única verdad EL EXABRUPTO DE GUILLÉN ROBLES (un historiador perezoso que, sin embargo, goza entre nosotros de veneración inmerecida), que con una interpretación errónea del himno que cantaban los trescientos cristianos malagueños cuando nos asaltaron Fernando e Isabel, afirmó con rotundidad que Ciriaco y Paula eran… ¡tunecinos!
La Iglesia se apresuró a desmentirlo, pero Guillén se quedó tan campante. Lamentablemente, el efecto de su afirmación fue como el de la penicilina. Pervivieron los anticuerpos antimartiricos y cierta sociedad malagueña no muy consciente de lo que hacía decidió borrar 16 siglos de tradición, 1.600 años de historia. Empezaron por descafeinar la que había sido desde 1507 la fiesta mayor de Málaga, para convertirse pronto, y durante casi tres siglos, en la feria más famosa de España y por ello es por lo que se bailan malagueñas en varias regiones, como Murcia y Canarias, y también al otro lado del Atlántico, en Cuba, Venezuela, Colombia, México, etc. Y acabaron por descafeinarla del todo inventándose unos festejos de agosto que actualmente son prueba del esfuerzo juntero por colonizarnos con lo sevillano.
Más adelante, fueron borrando referencias a los Martiricos, de modo que modernamente, hay articulistas que ignoran que nuestros patronos, los únicos -no depuestos- de la ciudad de Málaga, son los santos Ciriaco y Paula, que campan en nuestro escudo.
Como uno no es supersticioso, no cree que tuviera nada que ver con el desdén hacia nuestros lares que, inmediatamente después del exabrupto, la filoxera se comiera la mitad de la economía malagueña; que las acererías de Heredia, una vez arrasados todos nuestros bosques, se fueran a pique; que las holandas de los Larios fueran desterradas de los mercados por los chicos del Llobregat; que vinieran las epidemias de 1902 y la riá de 1907. Y… ¿para qué seguir? Como uno es racionalista y considera inapropiado dejarse impresionar por tantas coincidencias, acepta que tal vez se trate de un malbajío puramente racional y unos duendes con corbata de ejecutivos de gran mercadillo sevillano..
Según aquel himno que heroicamente conservaron los trescientos cristianos que sobrevivían en la Málaga musulmana en 1487, y según sus tradiciones orales, los Martiricos fueron lapidados y luego quemados en la confluencia del Guadalmedina con el Arroyo de los Ángeles. De ahí que el parque vecino se denomine “Martiricos”. Según el mismo himno, fue en 303 (cuando ya existía un obispado en Málaga, mucho antes de que Granada, nuestra capital eclesiástica, fuese fundada) o 305 cuando esos hermosos jóvenes llamados Ciriaco y Paula decidieron desobedecer a un tal Silvano, negándose a adorar a Juno para persistir cabezonamente arrodillándose ante la cruz.
Diecisiete siglos justitos y cabales. Mil setecientos años de la más vieja y persistente tradición de toda Andalucía. Diecisiete siglos que hubieran debido valer para un año de conmemoración, celebraciones, inauguraciones y fastos, que habrían podido traer a la ciudad muchos más beneficios que ciertos proyectos inverosímiles.
Pero es que uno “desaparició” oficialmente la fiesta hace años. Y tal como vemos el devenir de las cosas, y a pesar de que Ciriaco y Paula siguen figurando sobre una almena de Gibralfaro en nuestro escudo, parece que alguien los hubiera despeñado de lo alto de la torre.
Ojú.

miércoles, 27 de abril de 2011

EL TELEFÉRICO A GIBRALFARO O MÁLAGA LA GAFADA



En los 70, se habló de construir un teleférico desde el Paseo de la Farola a Gibralfaro. No dudábamos de que se haría, pero discutimos apasionadamente sobre si convendría más un teleférico o un funicular.

Pero pronto llegó nuestra tragedia del encadenamiento a la autonomía de Sevilla y las ambiciones de Málaga no sólo pasaron al olvido, sino que el PSOE prohibió taxativamente a las autoridades psoístas de Málaga hablar de ellas. Recuerden la orden de Alfonso Guerra: “Málaga ha crecido demasiado. Ahora le toca a Sevilla”. Orden que Pedro Aparicio, alcalde que traicionó a Málaga durante 16 años, obedeció a pies juntillas. Como si le faltaran algunos tornillos, declaraba a la prensa sin parar que “Yo no soy localista” (¡)

Cuando yo escribía la información municipal del Diario de la Costa del Sol, permanecía todas las mañanas ante la puerta de la alcaldía o en la sala de espera del alcalde, en el primer piso de la casona. Era muy frecuente (todas las semanas), que llegaran funcionarios sevillanos de la junta a ordenar a Aparicio que…¡por solidaridad con Sevilla!, contuviera a los malagueños para que no protestásemos por algo que iban a llevarse.

Es natural que Aparicio ordenara olvidar el teleférico. Él tenía orden de desmantelar Málaga y hasta de desposeerla de su personalidad (sustituyéndola por un remedo de la sevillana). Mandó perseguir encarnizadamente a los que intentasen levantar júas y hasta eliminó del calendario la fiesta mayor de Málaga, el 18 de junio, instaurada por los Reyes Católicos.

¿MÁLAGA ESTÁ GAFADA?

Somos conscientes de lo dificultoso que ha resultado llevar Málaga adelante desde que nos libramos del PSOE en la corporación. LA JUNTA NOS MIENTE YA CON EL MAYOR DESCARO Y APLAZA “SINE DIE” TODAS LAS OBRAS EN LA CAPITAL, AUMENTANDO CON LA PARÁLISIS NUESTRO PARO JUVENIL, al gobierno central no le importa situarse al margen de la ley para fastidiarnos (como en el caso del campamento). Adif nos explota y nos miente, el ministerio de fomento juega asquerosamente sucio contra nosotros… LOS PELOTARIS DEL PSOE afirman que son ATAQUES CONTRA EL “ENEMIGO POLÏTICO” que es el alcalde, pero todos recordamos a la perfección las jugadas traidoras de Pedro Aparicio. ANSÍAN ASALTAR LA ALCALDÍA PARA SEGUIR LA OBRA DE APARICIO, DESMANTELÁNDONOS DEL TODO, HASTA LA EXTENUACIÓN

martes, 26 de abril de 2011

SEMANA SANTA ¿NO HAY MÁS QUE UNA?

La Málaga encadenada por las arbitrariedades de Sevilla, duerme el sueño de Blancanieves eclipsada tras una densa niebla de narcisismo, crueldad gratuita y papanatismo hispalense.
Málaga no tiene otra industria poderosa que el turismo; opinar otra cosa es engañarse. El turismo nos permite seguir adelante pese a la hostilidad declarada del PSOE-junta; nos mantenemos vivos aunque cada vez menos ambiciosos, nos creemos grandes pese a que recibimos humillaciones y desaires diarios, nuestro aeropuerto es el tercero de la península y es muchísimo más importante que el de Sevilla, lo que será por algo.
Necesitamos que se hable de nosotros; hubo un alcalde nefasto que afirmaba que “Málaga no necesita publicidad”, lo cual demuestra lo “sagaz” que era. Hasta la Coca Cola necesita publicidad. El éxito de nuestra industria turística depende de la publicidad; si no se habla de nosotros es como si no existiéramos.

Pues hagamos un repaso de las veces que han hablado los medios de nosotros durante la Semana Santa.
Se habló de Málaga el domingo de ramos y el lunes santo, gracias a Antonio Banderas y Carmen Thyssen. Después el silencio hasta la espectacular llegada de la Legión. Luego, otro vez el silencio.
El resto de la semana NO HEMOS EXISTIDO.
La lluvia estropeó el lunes, martes y miércoles Santo nada más que en Sevilla. Hasta para Antena3, que gracias a Matías Prats suele ser la que más nos menciona, la Semana Santa de Málaga no has existido. La “madrugá” se suspendió entre el clamor de los medios, pero en el espléndido jueves santo malagueño no había pasado nada.
Si siquiera el domingote resurrección hubo espacio para hablar de la suspensión del resucitado.

Los lectores podrían creer que se trata de un pacto de silencio de todos los medios contra Málaga…
PUES NO. El problema es nuestra dependencia de Sevilla incluso en esto. Los medios tienen delegaciones allí y el sevillanito de a pie está dispuesto a cortarse la lengua antes de permitir que se hable de Málaga. Es uno más de los males que nos produce haber perdido la autonomía bajo las botas sevillanas.
Si no reaccionamos, si continuamos permitiendo los eclipses, injusticias y arbitrariedades a que nos somete la dependencia de Sevilla… estaremos condenado a la decadencia y la desaparición.
SI NO FUNDAMOS DE INMEDIATO LA AUTONOMÍA DE MÁLAGA NO TENDREMOS PORVENIR

lunes, 25 de abril de 2011

LA TIERRA DEL PAPANATISMO PINTADO

Maeva, una editorial que ha tenido dos o tres éxitos sonados (Las cenizas de Ángela, Los hijos de la tierra…) con autores extranjeros, no presta atención a los autores españoles. ¿Para qué, si son unos conformistas que se dejan estafar, aceptan cobrar sólo el 30% de sus derechos y, por lo tanto, escriben nada más que tonterías simplistas?

Después del éxito de Los hijos de la tierra, vuelve a editar un voluminoso libro de Jean M. Auel, cuyo marido debe de ser francés o descendiente directo de franceses. Hablo de “Las cuevas pintadas”, una ficción prehistórica que menciona las numerosas cuevas francesas con pinturas rupestres. Digo bien: FRANCESAS. Para esta autora, cuya prosa es muy defectuosa, no existen las cuevas de Altamira, mucho más importantes que todas las que menciona, excepto Lescaux.

Los españoles podríamos escribir también una ficción sobre “La tierra de las cuevas pintadas” sin mencionar las francesas. Sin salir de Málaga, tenemos tres o cuatro cuevas con pinturas rupestres, pero a un autor español no le publicaría Maeva (ni ninguna otra editorial española) un TOCHO como el de Auel.

Y da la indignante casualidad, según está expuesto este libro, de que está vendiéndose muy bien. Los españoles compramos masivamente un libro que nos ofende por omisión, y… tan campantes.

Pasa lo mismo con otros muchos libros y, sobre todo, películas. Las ficciones anglosajonas suelen presentar a los españoles como perversos malísimos, sin que nadie alce la voz.

Conocemos mucho mejor la guerra civil estadounidense que la nuestra. Nos sabemos de carrerilla los avatares de los monarcas ingleses y ni un solo joven de la actual generación conoce la historia de nuestros reyes, ni siquiera, los borbones.

Hay que tener en cuenta dónde se editan más del 95% de los libros españoles: Barcelona, donde prohíben enseñar español y la cultura española está oficialmente perseguida. Como los movimientos pendulares de la Transición consagraron como progresista y bueno el odio a España, y malo, malísimo y fascista el orgullo español, nadie levanta la voz ante estas barbaridades.

Según el cine, la Inquisición es una maldad española, cuando toda Europa la adoptó tres o cuatro siglos antes que nosotros. Aquí no hubo las quemas masivas de brujas que hubo en Francia, Alemania, Suiza, etc. Pero nos han convencido de que fuimos tan malos, que mejor fundirnos como funden las campanas y renunciar a nuestra naturaleza.

La industria editorial de Barcelona es tan sectaria, naZionalista, antiespañola y manipula tanto sus intereses separatistas, que últimamente, he leído varia ficciones “históricas”, donde se menciona Cataluña: “Voy a escapar a Cataluña”, “vendrán refuerzos de Cataluña”. Pero Cataluña no era un estado, sino una parte del Reino de Aragón. Los traductores catalanes ensucian sus traducciones poniendo “Cataluña” donde los autores escribieron “Reino de Aragón”.

Cine, ficciones literarias, traducciones que toleramos sin que se nos mueva una ceja.. ¿Alguien cree posible que prospere una comunidad que se avergüence de sí misma? ¿Alguien cree que otro país toleraría ser gobernado por un jefe de gobierno partidario de la disolución del estado?

sábado, 23 de abril de 2011

LAS ESTAFAS EDITORIALES

Los lectores españoles seguramente no imaginan la vida que los escritores podemos llevar.
Hay que señalar que en España hay muy pocos escritores que se dediquen en exclusiva a la literatura. Casi todos los nombres que ustedes pueden ver en las portadas de los libros corresponden a profesionales de otra cosa: profesores, periodistas, médicos, políticos, artistas y demás.
No hay muchos escritores profesionalizados en España, simplemente porque las editoriales, casi todas, se quedan con la mayor parte del dinero que nos corresponde por ley y de acuerdo con los contratos.
Y NO EXISTE UNA LEY EFICAZ QUE NOS ASEGURE EL COBRO ÍNTEGRO DE NUESTROS DERECHOS, La Ley española de Propiedad Intelectual está hecha por y pensada para las editoriales. No defienden a los escritores.
Las editoriales se valen de argucias para no pagar más que una pequeña parte de lo que se comprometieron en contrato. Por lo general, los escritores contratamos por un ocho o un diez por ciento del precio de venta. Un precio de venta que se distribuye así: cincuenta o sesenta por ciento para los distribuidores y librerías, treinta por ciento para las editoriales y diez por ciento para el autor. Según la ley, es así, pero las editoriales –sin ninguna clase de escrúpulos-, ven muy tentador el dinero que administra del autor y por lo general recurren a la siguiente artimaña para quedarse con la mayor parte del dinero que el autor se gana:
NO SUELEN INFORMAR DE LOS LIBROS VENDIDOS.
En cambio, envían a los autores unas planillas donde indican los libros entregados a los distribuidores, de los que restan los libros que los distribuidores les devuelven sin vender, y del resto, calculan el porcentaje contractual, pero no sobre el precio de venta, sino sobre el acordado con los distribuidores, que suele representar menos del 30% del precio facial.
DE ESE MODO, LA EDITORIAL (LA QUE SE QUEDÓ CON MI DINERO ES ROCA EDITORIAL) SE APROPIA ILEGALMENTE DE UN 70 % DE LOS DERECHOS DE AUTOR.
UNA ESTAFA EN TODA REGLA.
Lo hacen casi todas y por eso ningún escritor puede vivir decentemente de su trabajo. Todos, TODOS tienen que contratarse como articulistas u otras cosas. EN ESPAÑA JAMÁS PODRÍA HABER UNA ROWLIN NI UN TOLKIEN.

Si usted cree que esos dos o tres escritores que todos pensamos ganan mucho dinero, tienen razón sólo en parte. Supongamos que alguien vende un millón de ejemplares de una novela. Le corresponden casi dos millones de euros de derechos. Pero la editorial, recurriendo a la artimaña descrita, le paga solamente unos setecientos mil. 700.000 euros parece mucho dinero pero no es TODO EL DINERO que ha ganado el autor, porque la editorial LE ROBA EL 70% DE SUS DERECHOS.
Además, fíjense en que nombres muy MUY famosos escriben a diario artículos en la prensa. El trabajo de escribir ficción es tan absorbente y exztenuante, que nadie que lo haga a diario podría dedicar medio dsía a informarsew para escri bir un artículo de actualidad. ESTOS FAMOSOS ESCRIBEN ARTÍCULOS DIARIOS PORQUE LO NECESITAN PARA VIVIR.

viernes, 22 de abril de 2011

EL DEBER DE HONRAR A NUESTROS MÁRTIRES

En Málaga, donde con tanta frecuencia perdemos la memoria, por fortuna se habla mucho actualmente de uno de los episodios más atroces que nos ha tocado vivir.

Aquí, una ciudad a medio camino entre el paraíso y el abismo, actúan fuerzas extrañas; deben de ser una suerte de demonios revoltosos y pícaros aliados con ángeles circunspectos, dedicados en cuerpo y alma, sobre todo en alma, a borrar los archivos de los intrincados engranajes del pensamiento colectivo. Una especie de virus “Viernes 13” inoculado en el disco duro de nuestro ordenador mental.

Por esa razón, apenas recordamos quiénes somos. Quien sufre de amnesia, deja casi de ser una persona al no conocer su origen, quiénes fueron sus padres, en qué circunstancias nació, cuáles son su nombre y apellidos o su número de identificación fiscal. Se convierte en un simple individuo, como una res en manada.

Los malagueños apenas recordamos que somos uno de los núcleos urbanos más antiguos de Europa; no nos recreamos con los vestigios antiquísimos que aparecen por doquier bajo nuestros cimientos; no exhibimos orgullosamente nuestra Lex Flavia Malacitana que nos consagró como municipio autónomo mucho antes de que ciertas arrogantes ciudades hubieran nacido; no nos jactamos de los incontables episodios de resistencia heroica contra los invasores; no lamentamos ni lamemos las heridas de tantas epidemias, asaltos, quemas de la ciudad o genocidios de los que fueron víctimas nuestros ancestros. Para no evocar, ni rememoramos nuestras glorias.

Así, de tanto no recordar, a los ojos foráneos aparecemos como recién nacidos en una anodina e insignificante urbe recién fundada.

Inclusive, habíamos callado hasta hace muy poco el penúltimo de nuestros suplicios históricos: el tumultuoso éxodo sufrido por antepasados de casi todos nosotros alrededor del 7 de febrero de 1937. Todos, todos casi sin excepción, tenemos alguien, un tío, unos padres, unos abuelos o unos bisabuelos que padecieron aquel tormento, aquella pesadilla, aquel seísmo monstruoso. Y muchos de nosotros perdimos parientes, porque fueron muchos los fugitivos malagueños que murieron sobre el asfalto de la carretera, despeñados en los precipicios o disueltos entre cañaduces y espuma de la mar.

Sobre la Desbandá de Málaga se extendió un manto de silencio desde el mismo 8 de febrero de 1937. El silencio aprovechaba a los dos bandos enfrentados. Los unos, porque no actuaron a nuestro favor y los otros, porque se excedieron actuando en nuestra contra. El recuerdo del drama permaneció sólo en la memoria atormentada de quienes más derecho y más necesidad tenían de olvidarlo, los que lo padecieron. Y éstos, los sufrientes, los que perdieron esa noche o las sucesivas a sus padres, a sus hijos o a sus hermanos, se encontraron luego con la ofensa del silencio pactado porque convenía a los dos bandos; de manera que no encontraron el consuelo de la solidaridad ni tampoco pudieron recibir pésames ni palabras de aliento. Nada. El silencio como una tumba y como un sudario de hielo sobre la sangre derramada y sobre unos enterramientos que ni siquiera sabemos dónde están.

Ahora, bienvenido sea, se quiere, por lo menos, crear una especie de “Bosque de los ausentes” en Torre del Mar, uno de los escenarios del drama. Dicen que lo impulsa la Diputación Provincial de Málaga y existe ya un diseño. Gracias sean dadas a los dioses misericordiosos. Por fin los mártires de la Desbandá de Málaga van a recibir un homenaje de los muchos que merecen.

Pero…

Durante los últimos treinta años, Málaga viene siendo muy generosa en la cesión de sus prerrogativas. Demasiado generosa. Y pudiera ser que con renuncia parecida a una actitud suicida. Ninguno de los organismos e instituciones capitales de la Costa del Sol tiene a Málaga por sede, ni aun los que le corresponde legalmente. A causa de la voraz mecánica engrasada por intereses que nos son ajenos y por nuestro desmemoriado desinterés, Málaga es en la actualidad la capital de provincia menos capital de provincia de todas las capitales de provincia de España. Conviene tener en cuenta que desde el punto de vista protocolario, esta viejísima ciudad, la sexta más poblada de España, es menos importante que Melilla o Ceuta.

Y, sin embargo, hablamos ya con desparpajo y asiduidad de la “Zona Metropolitana de Málaga”. ¿En torno sólo al factor demográfico? Somos una gran población, que no una gran ciudad, porque nuestra amnesia nos ha conducido a dar de lado al concepto de Polis clásica, la ciudad como ágora civilizadora, como polo de las capacidades creativas, impulsora de los intereses e iniciativas y generadora de inquietudes y cultura. Sin instituciones, sin asambleas, sin cámaras, sin parlamentos, sin organismos rectores no hay Polis, sólo ciudad dormitorio.

De peligrosísima manera, metimos en el cajón del olvido nuestra principal seña de identidad, el martirio de Ciriaco y Paula, una de las tradiciones más bellas y antiguas de Andalucía. Ciriaco y Paula ingresaron en ese cajón infame a causa de un par de exabruptos cometidos entre el siglo XIX y el presente por un ángel desorientado y por un demonio maldito. Igual que habíamos metido hasta hace muy poco el martirio de la Desbandá de Málaga. Tanto olvidamos esta tradición fundamental de Málaga, que próximo a cumplirse los 1.700 años del martirio de Ciriaco y Paula, el 18 de junio, nadie habla de ello ni ha organizado los fastos que tendrían lugar en otra urbe menos desmemoriada al cumplirse el XVII centenario de su más valiosa leyenda urbana.

Los mártires de la Desbandá de Málaga fueron en su mayoría capitalinos y huían de la maldición de los dioses, semejante a la de Sodoma y Gomorra, que se precipitaba sobre la capital malagueña. Por eso, y no sólo por eso, es a la ciudad de Málaga a quien corresponde el derecho y el deber de honrarlos. Es aquí donde tendríamos que alzar un monumento inmenso, tan inmenso como fue la tragedia. Somos nosotros, los capitalinos malagueños, quienes tenemos que realizar el esfuerzo de reunir los medios y de encontrar el sitio, ante el mar de Alborán que fue testigo rumoroso del drama, donde con aportaciones de todos (y en primer lugar de las instituciones) levantar ese monumento unitario y desprovisto de rencor donde se solidifique el dolor que tanto nos acongoja.

Cuando vivía en Brasil, asistí dos veces a una ceremonia maravillosa. La noche de fin de año, los fieles de la iglesia sincrética de Umbanda homenajean a su diosa del mar, Iemanjá, lanzando flores al rompeolas. Es fascinante contemplar el rito de noche, desde una ventana más o menos alta de Copacabana; vestidas de blanco, millares de personas se acercan a la orilla con velas encendidas en la mano, entre cánticos al son de tambores y van arrojando las flores al agua. Cuando amanece, el rebalaje se ha convertido en un mecido y ondulante jardín multicolor. La primera vez que lo vi, lo primero que se me ocurrió fue que ésa podría ser, entre Málaga y Motril, una bonita y emocionante manera de honrar a los mártires de la Desbandá de Málaga.

Tenemos que alzar y celebrar un monumento en la capital que agrupe y condense todas las sinergias, en recuerdo de la Desbandá de Málaga. Porque son muertos de todos los malagueños y a todos los malagueños nos compete honrarlos.

jueves, 21 de abril de 2011

ZAPATERO BUFÓN

martes, 19 de abril de 2011

EL OCASO DE LOS DRUIDAS

Esta es una de las cuatro novelas por las que Roca Editorial se apoderó de más de 120.000 euros de mis derechos de autor durante siete años.

Sinopsis de EL OCASO DE LOS DRUIDAS
Europa posee las grandes manifestaciones artísticas más antiguas producidas por seres humanos. Las cuevas de Altamira y Lascaux, en España y Francia, han sido llamadas con razón “Capillas Sixtinas prehistóricas” y fueron pintadas más de diez mil años antes de la construcción de las pirámides de Egipto. Los increíbles megalitos europeos como Menga en Málaga, Carnac en Francia, o Stonehenge en Inglaterra, son tal vez los monumentos más antiguos de la Humanidad, anteriores a las pirámides y los zigurats. La civilización celta, aunque posterior a los constructores de dólmenes y menhires, fue durante más de dos milenios una especie de Comunidad Europea desde Finlandia a España y desde Turquía a Irlanda, un fraternal reino de reinos que compartían signos, dioses, sentido de la vida y, probablemente, lengua. Una realidad continental que, pese a los afanes de Bruselas y Estrasburgo, todavía nos costará varias generaciones restaurar del todo. Esa civilización, amante de la Naturaleza y practicante ferviente de la armonía de los hombres con su medio, debió de alcanzar conocimientos muy profundos de física y química, y su cultura era lo bastante funcional como para que clanes muy distantes en el tiempo y el espacio la conservasen durante muchos siglos. Pero agonizó lentamente a lo largo de más de un milenio, bajo la presión de los invasores orientales (fenicios/cartagineses y griegos/persas) y el Imperio Romano. Finalmente, fue diluyéndose en el olvido en un continente a medias cristiano y a medias musulmán, cuyos practicantes más fervientes, en rara sintonía, perseguían y aplastaban toda manifestación de conocimiento que repugnase a quienes tan pocos conocimientos poseían. Como, según el tópico, la Historia la cuentan los vencedores, los europeos actuales apenas recordamos ni reconocemos nuestro verdadero origen cultural común, el celta, mucho más determinante que el fenicio, el griego o el latino en nuestros modos y maneras generales, y en el entendimiento paneuropeo de la vida. Tan grande es nuestro olvido, que la ciencia seria no emprende estudios profundos, a escala continental, que pudieran encontrar explicación al misterio de una civilización tan extensa y homogénea en épocas de tan difíciles comunicaciones, para restablecer un mínimo de nuestra memoria colectiva, deliberadamente eclipsada no se sabe bien por qué o por quién. Nadie explica de manera razonable, por ejemplo, la existencia de topónimos como GALicia, GALacia, GALia, y GALes, todos con significación celta comprobada, en lugares tan distantes como Turquía y Gran Bretaña. El espíritu celta y manifestaciones abrumadoras de su cultura y sentido de la vida han pervivido en las tradiciones, el folclore, la música, los rastros arquitectónicos y hermosos objetos de orfebrería. Y además, está impregnada de celtismo toda una tradición literaria que llega prácticamente hasta el presente. Sin pensar en su origen celta común, difícilmente se podría comprender el espíritu ecológico y de comunión con la Naturaleza que satura los relatos de los hermanos Grimm (alemanes), Giovanni Bocaccio (italiano), Hans Christian Andersen (danés), Charles Perrault (francés), Lewis Carroll (inglés) o Jonathan Swift (irlandés) e inclusive los fabulistas españoles Félix María Samaniego y Juan Eugenio Hartzenbusch. Sin considerar nuestros orígenes celtas, resultaría inimaginable el surgimiento en la Europa judeocristiana de ideas como las de Jean-Jacques Rousseau (suizo). Aceptamos como un dogma haber sido “civilizados” por Sumer y otras naciones orientales, como si lo que antes existía en el continente fuese tan sólo un hatajo de salvajes infrahumanos, bárbaros, brutos e incapaces de crear arte, belleza ni cultura, lo que es contradicho clamorosamente por los numerosos rastros, tan superficialmente investigados, que dejaron los celtas y que incluyen la que es probable que sea la más antigua forma de escritura alfabética, a pesar de que un tabú religioso les impedía escribir sus leyendas e historia, lo que es una de las causas de nuestro olvido. En esta cuestión tan crucial, la ciencia ha dejado en manos de desvaríos especulativos la investigación de algo que nos concierne a todos los europeos, un patrimonio comunitario que tenemos derecho a conocer con profundidad y sin frivolidades. Europa experimentó un tiempo en que los celtas manteníamos con la Naturaleza una alianza mutuamente provechosa. Entonces, el Edén estaba aquí. Con todo el espíritu celta de que he conseguido imbuirme en lugares que amo intensamente, narro a continuación una aventura que pudo suceder.

domingo, 17 de abril de 2011

MENTIRAS O ZAPATAZOS



Telefónica se dispone a echar al 20% de su plantilla en España, más o menos 6.000 empleados.
Telefónica ha ganado el año pasado más de 10.000 millones de euros, aproximadamente 1.600.000 millones de pesetas, y al tiempo que echa empleados reparte 500 millones entre sus directivos
¿Cómo se explica esto?
Como dijo una vez el genio de la Moncloa en Las Cortes, “que venga Dios y lo vea”.
Son tantas las torpezas cometidas durante siete años, son tantos los errores de libro, son tantas las negaciones de la realidad, son tantas las tropelías indignas, inexplicables e inexplicadas, son tantos los engaños de Blanco, Rubalcaba, Fernández de la Vega, Moratinos, Pajín y Sebastián, que el genio supremo ha deducido que se puede mentir con el mayor descaro, sin disimulo, y que no pasará nada, el pueblo se quedará quieto y sin enojo.
Acaba de mentirnos del modo más burdo diciéndonos que los chinos van a invertir 9.000 millones de euros en España, lo que los chinos se han apresurado a desmentir.
En los países anglosajones, los jefes de gobierno o los presidentes son obligados a dimitir si se les pilla en una mentira tan flagrante.
¿Por qué, en cambio, los españoles fingimos creernos tantísimas mentiras amontonadas durante 7 nefastos años por este gobierno?
Hace unos años, aseguraron solemnemente que no llegaríamos a los 4.000.000 de parados. Ahora, afirman que no llegaremos a los 5 millones, y todos sabemos que tal afirmación es garantía de que sobrepasaremos esa cifra con creces. Pero nos duelen tanto los ojos y los oídos por lo que vemos y escuchamos, que parece que nos hemos quedado sin fuerzas; como diría un argentino, descangayados. .
Para documentarme en beneficio de mis novelas, sobre todo “Cal viva” y “La desbandá”, tuve que asaltar el archivo municipal y hartarme de leer periódicos antiguos.
De “La Unión Mercantil”, revisé TODOS los ejemplares fechados entre mayo de 1934 y enero de 1937. Lo que más me impresionó fue que aquella Málaga, hambrienta y empobrecida, sacaba fuerzas milagrosas para realizar hazañas todos los días. Había comités por todos lados, legiones de mujeres trabajaban gratis para proveer los distintos frentes, hasta el de Madrid; voluntarios y voluntarias se esforzaban en toda clase de actividades, sin que los “supervisores” rusos que trajeron para mandarnos pudieran hacer nada más que mirar y callar. Con un impulso vital impresionante, Málaga se gobernaba sola, se afanaba sola, se organizaba sola, peleaba sola y hasta abastecía sola sin que nadie se lo ordenara. Málaga parecía un toro desmandado dispuesto a cornear el mal bajío. Los últimos meses antes de la invasión de los italianos de Franco, nació de manera lógica y consecuente la decisión de convertirnos en la “República Socialista Independiente de Málaga”, un “viva Cartagena” surgido, sobre todo, como respuesta a Largo Caballero cuando nos inmoló en noviembre de 1935 con esta frase: “!Ni un fusil ni una bala más para Málaga!”.
Ahora, Telefónica convencerá al amigo de Castro y Evo de que es beneficioso para el país dejar a 6.000 personas más en la calle. Muchos de ellos serán malagueños
Y Málaga sonreirá impotente, culpando al malfario que tenemos

viernes, 15 de abril de 2011

¡ESTUDIANTES, LEVANTAOS!

Hemos visto escenas escalofriantes de la rebelión de los jóvenes en Inglaterra, donde la subida de las tasas universitarias ha producido iras juveniles con resultados catastróficos. Las sorprendentes sublevaciones que se están escenificando en muchos países musulmanes son protagonizadas también por jóvenes airados, que hasta han organizado sus movimientos mediante redes sociales propias de su edad, como twitter y otras.
Hace meses, uno podía intuir que estaba iniciándose una especie de mayo del 68, pero, la verdad, aquello tuvo un carácter romántico, bastante poético, profusamente adornado de metáforas…e imposible de reproducir en las actuales circunstancias. Como dijo Bertolt Brecht… “Estos tiempos en que es un despilfarro hablar de árboles, porque implica callar sobre tantos errores…”.
Aunque no veo que se mencione, aquel mayo de París tuvo un sonado prolegómeno en Madrid.
Los primeros días de mayo del 68 –pese a las represiones- hubo manifestaciones, algaradas y enfrentamientos en la Ciudad Universitaria de Madrid, además de manifestaciones de obreros en Granada y otros lugares, algo que parecía los temblores de un huevo que se rompe para abrirse a la vida, de modo que los jóvenes españoles de entonces creímos que lo del Mayo del 68 lo habíamos empezado nosotros. Hay que recordar que, pocos años antes del 68, los llamados “grises” reprimían hasta los movimientos obreros y estudiantiles de Acción Católica, de modo que lo que estaba pasando alucinaba como un espejismo, parecía quimérico. Pero aquellos alevines que hoy son el presente se atrevieron. La oprimida prensa franquista apenas lo mencionó –yo me enteré por la extranjera-, de modo que los articulistas, progres e historiadores parecen haberlo olvidado. Mas lo cierto es que ocurrió, pese al ominoso silencio que lo eclipsa.
Aquellas ventoleras reivindicaban sobre todo libertad, que pareció fácilmente conquistada con la revolución sexual que siguió en los 70. Las sacudidas juveniles de ahora reivindican algo más prosaico: futuro, porvenir. Un porvenir que será muy difícil conquistar.
Rompe el corazón preguntarse cuáles pueden ser las ilusiones de estos alevines de nuestro futuro, estudiantes, recién graduados, jóvenes en general… ¿Qué sentirán ante la empinada cuesta que les plantea la vida? ¿Qué opinarán de los adultos que los dejamos a su suerte?
Observando lo que ocurre en otros países, es inevitable preguntarse por qué no ha estallado la ira de los jóvenes españoles pese a lo ventajosas que son las actuales libertades respecto de las del 68.
Da miedo pensar que los hayamos castrado de algún modo. Espanta imaginar que hayamos propiciado una generación sin coraje ni ambiciones. Estremece suponer que hayamos podido reproducir el “Mundo feliz” de Huxley.
No puede ser. Algún rescoldo debe quedar de las llamas de antaño. Tiene que haber por fuerza una juventud que se dispone a protagonizar con hidalguía la vida futura. Una juventud capaz de encontrar caminos donde parece no haberlos, que fuerza su imaginación en busca de alternativas incluso distintas de lo que señalan sus carreras, que contiene su ira no por cobardía sino por prudencia.
No se quedarán cruzados de brazos. Reaccionarán

miércoles, 13 de abril de 2011

MALAGA, SILENTE

Como aquel conmovedor coronel de García Márquez, Málaga no tiene quien le escriba. Se publican tres periódicos impresos de pago y unos cuantos de distribución gratuita. Ninguno es malagueño, ninguno responde a intereses empresariales, sociales o políticos malagueños.
SUR nació en 1937 en sustitución del clásico “Unión Mercantil”, como uno más de los publicados por “Prensa del Movimiento”, de los que era titular el Estado. Instaurada la democracia, todos los periódicos estatales fueron privatizados, generalmente vendidos a unas pocas empresas. SUR no; fueron sus propios empleados los que se hicieron con la propiedad, pero de un modo reprobable. Lo quería comprar Planeta, pero los trabajadores lanzaron una campaña muy intensa para que “SUR siga siendo malagueño”. Unos mil malagueños picaron, resueltos a que nadie pudiera condicionar la malagueñidad de Sur. Pero a la hora de la verdad, los empleados no disponían de fondos suficientes para redondear el precio a pagar; por ello, con la ayuda del PSOE consiguieron créditos blandos a través de diversos organismos, la Diputación principalmente. Llegó la privatización, pero no pasó demasiado tiempo hasta que vino el grupo Correo y, como el Padrino, les hizo una oferta que no podían rechazar. Tanto, que un primo mío vio multiplicarse por nueve lo que había invertido. De pronto, casi sin haber puesto un duro, muchos periodistas se convirtieron en ricos muy ricos.
Ironizaba Manuel Alcántara que “nunca he visto el aparcamiento de un periódico tan lleno de coches de alta gama”.
Ahora, casi treinta años después de aquello, los periodistas son otros, jóvenes mayormente becarios; los que se enriquecieron se dispersaron sin alejarse demasiado. Y SUR ya no es un periódico malagueño; responde a los intereses de una empresa vasca y a los del PSOE, a los que muchos de los directivos actuales se deben por compromisos o lazos familiares.
SUR no ha dramatizado jamás el gravísimo perjuicio que representa la autonomía para Málaga. Éramos autónomos hasta 1979; después pasamos a estar bajo la férula de Sevilla. Lo que la junta ha dejado de invertir este año en Málaga representa unos 5.000 parados más. Pero SUR publica todos los días los comunicados de Miguel Ángel Heredia, casi literalmente. Comunicados que no hablan de realizaciones, porque no hay; esos comunicados producen “noticias” anticipadas muchos meses o años, sobre cosas que el PSOE “va a hacer”.
Tampoco LA OPINIÓN DE MÁLAGA es malagueño. Pertenece a una empresa catalana, y su principal nombre es Joaquín Marín, muñidor del “éxito” económico de la venta de SUR y psoísta acérrimo.
Y menos malagueño es MÁLAGA HOY, del grupo Joly; empresa gaditana abrazada al PSOE. Curiosamente, vemos casi a diario en este periódico noticias relativas a Cádiz, de carácter expresamente local.
MÁLAGA, PUES, NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA. Como el coronel que aguardaba su pensión casi como algo sobrenatural, los jóvenes malagueños viven el desasosiego de no tener qué esperar a la vista de nuestros DOSCIENTOS MIL PARADOS. Los periódicos los engañan para anestesiar su ira. Nadie les cuenta que lo suyo no es un malfario del todo inevitable; que está siendo fomentado desde Sevilla, donde hay 50.000 funcionarios con empleos perpetuos y muy bien pagados, a los que hay que mantener “como sea”. Inteligente lema del genio de la Moncloa.
Por suerte, CLARIDAD DIGITAL no va a callarse nada.

domingo, 10 de abril de 2011

POR LAS CALLES DEL ROMANCE Y LAS COPLAS


¡Madrid, Madrid; qué bien tu nombre suena,
rompeolas de todas las Españas!
Antonio Machado ideó la figura que más genialmente define a Madrid. ¿Qué alias le cuadraría mejor a este rebalaje donde espuman, rumorean y se agitan tantas voces y acentos, tantos colores, tantas devociones y pasiones? El Madrid castizo y postinero, abierto, transigente, hospitalario y campechano que ha visto recorrer el mismo itinerario a Lope y a Ortega, a Calderón y a Benavente, a Quevedo y a Goya, va a ser admirado en televisión por la mitad del planeta el próximo 22 de mayo, durante la retransmisión de la boda de quien está destinado a ser Felipe VI. El Madrid de los Austrias que los Borbones remozaron y Sabatini embelleció es un ámbito primoroso ajustado a la medida del hombre, barroco, neoclásico, herreriano y renacentista pero abarcable, que ha tenido siempre vocación de escenario alentador de amores, reproches, reconciliaciones y romances. Como el flechazo del maharajá de Kapurtala por la bailarina malagueña Anita Delgado durante el cortejo nupcial de Alfonso XIII y Victoria Eugenia en la Carrera de San Jerónimo; venus griega según Valle-Inclán, Anita llegó a ser coronada maharaní, gracias al empeño de la madre de la artista, guardiana tenaz e incorruptible de la virtud de su hija frente a los requerimientos galantes y los diamantes del riquísimo hindú.

Dicen algunos que Madrid carece de personalidad, que no tiene historia ni conciencia del propio ser y que hasta hace un cuarto de hora ni siquiera tenía catedral. Y sin embargo, es inconfundible puesto que no se parece a ninguna otra, fue marco de episodios trascendentales de la historia del mundo, tiene conciencia de ser esponja para asimilar gustos de modo que nadie ni nada parezca foráneo y el final del segundo milenio le trajo la Almudena, una catedral presurosa, leve y azul en la lejanía como una calesa cascabelera por la ribera del Manzanares. Madrid no es arrogante ni desdeñosa, ni se jacta de nada. Es todo de tanto no ser. Afirma mi amigo Kepa, el donostiarra, que la mejor cocina vasca se disfruta en Madrid y Justo, el de Sanxenxo, que la lonja mejor surtida de marisco gallego está en el "puerto" de Mercamadrid. Jordi, el camarero de Sitges, asegura que los més collonuts bunyols de bacallà se degustan a la vera de Azca y Joseíto, el de Nerja, jura por la gloria de su madre que la más sabrosa fritura de pescaíto la sirven por Manuel Becerra y Las Ventas. Rompeolas que nada rompe, en una orilla suave y cordial donde recalan y arraigan todos los modos de sentir, todos los perfumes y perjúmenes, pronto dirán que aquí se saborean las mejores hallacas, fritadas, ceviches, arepas, asados de tiras, feijoadas, ropavieja, empanadas chilenas y tamales.
Lleva doscientos años siendo la primera etapa de la vuelta al hogar para los latinoamericanos que hacían turismo por Europa y ahora tiene una calle, Bravo Murillo, que suena, huele y sabe a avenida sudamericana trufada de zoco mogrebí. Madrecita más que matriarca, en vez de imponer estilos los acrisola todos. Un asturiano puede opinar con acierto que Madrid es por los vetustos alrededores del Ayuntamiento un poco Oviedo, y un valenciano, que hay que ver cuánto ha cantado y se ha cantado a Madrid con batutas, aires y voces levantinas. Para un andaluz de cualquier parte, es la verdadera capital de Andalucía.

Por eso, las coplas con acento entreverado de La Latina y el Perchel han reseñado con tino este Madrid de los fastuosos y bullangueros cortejos por la calle Mayor, las paradas y desfiles de miriñaques, carrozas y abanicos murmuradores por el Paseo del Prado, los tés con pastas de las meriendas del Hotel Ritz, las confidencias ruborizadas entre mocitas pretendidas, las miradas disimuladas de sus pretendientes y las chispeantes leyendas de solapas levantadas para embozar galanteos por los soportales de la Plaza de Oriente, donde una violetera se encontró con unos ojos "que me dieron la vida, que me dieron la muerte". Con sus estatuas, músicos callejeros y parejas de enamorados entre bandadas alborotadas de turistas, la Plaza de Oriente es de por sí un entretenido espectáculo complementado con cafés entre los más bellos y característicos de la Villa y Corte, donde el público, conteniendo el asombro por la presencia de tantas celebridades, aguarda los acontecimientos del contiguo Teatro Real.

"En hombros por los Madriles cuatro duques la llevaron y se contaron por miles los claveles que le echaron" a María de las Mercedes, francoandaluza que reinó lo bastante poco para convertirse en un mito popular, y por ello Madrid la lloró multitudinariamente en la Plaza Mayor, un recinto cuadrado encerrado entre edificios majestuosos con impresionante unidad estilística en sus 437 balcones. En uno de sus arcos, el de Cuchilleros, Madrid estaba buscándolo para prenderlo y como la cantante lo buscaba "sólo parar quererlo", tenía que esconderse "debajo de la capa de Luis Candelas, mi corazón amante vuela que vuela"
Se podía estudiar geografía urbana y elogiar la hospitalidad desprejuiciada vitoreando "Viva el Madrid calesero de los chisperos, de Cuchilleros y Embajadores, viva el Madrid cortesano que abre su mano a los gitanos y a los señores", sobre todo en la mítica Puerta del Sol, donde los carruajes de la nobleza descorrían los visillos con disimulo ante la lotera que, llorando el incumplimiento de las promesas de un conde-marqués, preguntaba "¿A quién le vendo la suerte, mañana sale, que está premiao?, a mí me han dao la muerte con dos puñales atravesaos. La fortuna pa mañana, ¿quién me compra un quince mil? Que repiquen las campanas a la hora de morir". Esta plaza semielíptica, donde recalan los anhelos y emociones de las oleadas que llegan a Madrid, configura un guirigay mitad asombro y mitad canalla. La baldosa del Kilómetro 0, ante el Palacio de Correos (sede del gobierno autonómico), marca el punto de partida de las carreteras radiales frente al Oso y el Madroño, el monumento donde se citan, encuentran y pelan la pava los enamorados de la Villa y Corte.

Si se quería presumir como el extravagante y fantástico marqués de Bradomín, adornándose la solapa, "por la calle de Alcalá, con la falda almidoná y los nardos apoyaos en la cadera, la florista viene y va y sonríe descará a la gente por la calle de Alcalá. Lleve usted, nardos caballero…", delante de tres edificios imponentes: La Aduana, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (con goyas y zurbaranes entre incontables maravillas) y el Casino de Madrid, fachada frente a la que un enjambre de objetivos fotográficos japoneses disparan sin cesar.
Morir, lo que se dice morir, en el Madrid romancero sólo se moría de amor y los puñales atravesados o eran metafóricos o armas de un escudo heráldico, porque en Madrid, Madrid, Madrid, a las chulapas se les coronaba de "Emperatriz en Lavapiés" y se les alfombraba "de claveles la Gran Vía" antes de tomar un jerez en Chicote, "en un agasajo postinero con la crema de la intelectualidad", si es que no se cruzaba la calle para intelectualizarse en el Círculo de Bellas Artes.

Ese escenario "glomouroso", galante y en todas sus esquinas lleno de hermosura, tiene como referencia más señera el Palacio Real. Había sido un alcázar moro que los Austrias reformaron y ocuparon hasta Carlos II, a cuya primera esposa, por no engendrar un heredero, le inventó el pueblo una copla con muchísima… gracia. María Luisa de Orleans era sobrina de Luis XIV, y como los madrileños tenían la mosca detrás de la oreja con la francesita que suponían estéril, le cantaban: "Parid, bella flor de lis, en aflicción tan extraña. Si parís, parís a España y si no parís… ¡a París!". Muerto Carlos sin descendencia, heredó el trono su pariente francés el duque de Anjou, nieto asimismo del Rey Sol y acostumbrado, por tanto, al relumbrón de la corte de su abuelo, que a los diecisiete años floridos de Felipe les resultaba imprescindible. Le aquejaron tantas depresiones en el lóbrego alcázar madrileño, que desde el principio soñó con un palacio a la francesa. Por coincidencia, el alcázar ardió, pero que nadie malicie que Felipe V quisiera emular a Nerón. Se trató verdaderamente de un incendio fortuito, gracias al cual tenemos el palacio real más simétrico, bello y monumental de Europa, encaramado en un repecho que se podría considerar nuestra acrópolis, desde la que se contempla un océano de verdor. Monumentalidad y simetría compartida con la única catedral consagrada por un Papa fuera de Roma, la Almudena, que es un mensaje de amor desesperado de Alfonso XII a María de las Mercedes, dalia que "cuidó Sevilla por la orillita del Guadalquivir", muerta a los dieciocho años, "Adiós princesita hermosa, que ya besarme no puedes; adiós, carita de rosa, adiós mi querida esposa, María de las Mercedes". La catedral de la Almudena será donde los novios reales se den el sí.

Horas antes, las oleadas humanas estarán acudiendo desde todos los puntos cardinales por tierra y por aire, y, principalmente, en tren, tropezándose nada más llegar con la infinita estación de Atocha, rompeolas entre los rompeolas, el lugar con mayores sugestiones literarias de Madrid, donde las duquesas y sus toreros, los condes y sus majas, las marquesas consortes y sus donjuanes deambulan evasivos entre paparazzis que Juan de Tassi y Peralta, conde de Villamediana y Correo Mayor de su Majestad Felipe III, habría tenido que eludir para cumplir las funciones de su cargo, y apresurarse luego a llegar con discreción al galanteo con la reina Margarita ("De vos no quiero más que lo que os quiero"). Sin duda, a la vista del mare magnum de la estación, Villamediana sentiría la tentación de escribir de nuevo "confusión de Babel en esta era…" y echaría a correr hacia la calle Mayor a encontrar su trágico destino, que los malpensados madrileños atribuyeron a los celos del rey, o acaso tendría un momento de lúcida premonición y menor agnosticismo del habitual, y acudiría tras un corto paseo a rezar en el Convento de la Virgen de Atocha, imagen predilecta de las reinas españolas.

El Madrid de las coplas es un encuentro-desencuentro permanente entre el pueblo y la aristocracia. Corte que no conoció la clase media hasta el siglo XX, tenían que abundar las historias de Cenicientas, tanto triunfantes como desengañadas: "Almudena, Almudena, ¿dónde vas, triste de ti?; él es duque y tú, una pobre violetera de Madrid". Lumpen deslumbrado por el oropel, suele haber una lotera, una cantaora o una malquerida que acecha en alguna esquina la llamada de "una voz con corona: si quieres, rosa de mayo, seré el vasallo de tu persona". "Palabras que lleva el viento" y como contaba la Guapa, la Guapa, en ocasiones el galanteador negaba su juramento: "Que yo no te conozco, lo sabe el Papa; allí me está esperando mi prometida y a mí no me detiene ninguna guapa". Pero eran más numerosas la veces que, contagiado del romanticismo del escenario, el aristócrata elevaba a la bella hasta los fastos palaciegos: "Cuando voy a los bailes del duque de Osuna, con el miriñaque de rico moaré" y por eso a Madrid, cortesano y proletario, no se le cae ningún anillo por pringarse las manos con un desayuno con churros la madrugada siguiente de un banquete con faisán. No existe ninguna otra gran capital, al menos en Europa, donde la camaradería entre pueblo e ilustres sea tan proverbial, seguramente como reflejo del temperamento llano de los Borbones, que ha estampado su impronta en este Madrid acogedor que a todos tiende la mano.

Aquí no hay playa, según ironizaba la canción, pero todo Madrid es una playa placentera y cálida donde susurran y se depositan la razón y las convicciones entre sensuales retozos de amor, y también es una playa de la Isla del Tesoro, porque en muy pocas ciudades del mundo es dado encontrar más joyas monumentales en menor espacio. Y hay mucho más: Un ambiente vertiginoso donde trasnochan los europeos con delectación de náufragos; una tasca en la Cava o en Las Vistillas donde saborear un cocidito madrileño con apetito de Robinson; un paseo junto al lago del Retiro, para posar, remar, conocer el futuro y mitigar la sed con una horchata. Y en todas partes, por devoción y destino, siempre un romántico, zarzuelero y chispeante desfile del amor. Un amor que Madrid sabe transfigurar de romancista y liviano en compasivo y solidario cuando es menester; como fue menester durante el gigantesco e indescriptible dolor del 11 de marzo, que al despertar del sacrificio y de heroicidades de proporciones titánicas, ha inundado el vestíbulo de Atocha con una formidable riada de velas rojas como lava incandescente, convirtiéndola en una estación encendida de añoranza y oraciones, en un volcán de amores truncados y corazones a punto de reventar. Ese día y los que siguieron, los madrileños de todas las nacionalidades derrocharon generosidad y denuedo con abundancia tan desmedida, que se han convertido en espejo donde mirarse todas las solidaridades del mundo.

sábado, 9 de abril de 2011

Carta de un académico gaditano a Zapatero:

No puedo anteponer a tu nombre alguna de las palabras: querido, admirado,
amigo, respetable, etc...
No me salen del corazón y los adjetivos que te mereces, mi pluma no quiere
escribirlos.

Soy un ciudadano de 77 años, jubilado, duramente curtido por la lucha
cotidiana del ejercicio de mi profesión de gran responsabilidad. El milagro
de la vida lo he visto casi a diario con la asistencia a mis parturientas. Soy
padre de cuatro hijos maravillosos y abuelo de siete nietos que me hacen
feliz todos los días. No quiero que un inoportuno infarto me impida
darte mi más sincera enhorabuena por tu brillante trayectoria presidencial.

Aunque sea difícil has conseguido romper la unidad democrática de España
tras la transición. De nuevo hay dos Españas, que como entonces, no se aman.
Hemos vuelto al año 1936. *¡Enhorabuena!*

Has destruido los pilares fundamentales de una pacífica convivencia: la
moral, la cultura, la educación y hasta la religión. *¡Enhorabuena!
*
Has podido conseguir tu promesa electoral del pleno empleo con
cinco millones de parados. *¡Enhorabuena!***

*Te has encamado con los más honestos sindicalistas, defensores no de
los trabajadores, sino de sus cuentas corrientes**. ¡Enhorabuena!

Te has atrevido con tu soberbia ofender al país más potente del mundo. Los
norteamericanos, con Bush u Obama, aman profundamente a su país y a su
bandera. **Tu ignorancia y rencor no te permitieron levantarte de la silla
al paso de ella ¡Enhorabuena!

**Tu profundo convencimiento de los derechos humanos te permite hermanarte
con los dictadores más abyectos del siglo XXI, como **Castro, Chaves, etc.
¡Enhorabuena!

Apoyándote en la gran preparación científica de tu ministra Aído vas a
conseguir que las mujeres de 16 años puedan abortar libremente.
¡Enhorabuena!

Ante un accidente grave quirúrgico, ¿a quién llamaríamos?, ¿a la ministra?,
¿a ti?, ¿o entonces sí, a sus padres?

**Has apoyado y promulgado romper la unidad lingüística de España. **Pienso
que a un gran conocedor de idiomas, como eres tú, le da igual**. **
¡Enhorabuena!

Podría seguir felicitándote profusamente por tus innumerables méritos en las
distintas esferas de la vida política. Sólo tus continuadas mentiras hacen
que las nauseas que me producen, me impidan continuar.

Enhorabuena Rodríguez Zapatero por todo, pero si te queda algo de
conciencia, por favor vete ya...a tu puta casa.

Carlos Rubio González.
Premio Extraordinario de la licenciatura de Medicina.
Doctor en Medicina y Cirugía.
Especialista en Obstetricia y Ginecología.
Académico correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía
de Cádiz.

viernes, 8 de abril de 2011

SIN RASCACIELOS NO HABRÁ CAMPO ENMÁLAGA

Vivir en la distancia de lo que se ama es un desgarro cotidiano. Unos lo alivian con el olvido y otros, con el sortilegio de cuentos de hadas que es esta maquinita a la que, como el espejo de la madrastra de Blancanieves, se le puede preguntar no quién es el más guapo del lugar, sino "¿cómo va lo mío?"
Para quien lo suyo es Málaga, este espejo de Internet es el único medio de saber cómo va día a día y desatino a desatino.
Desatino a desatino, me encontré no hace mucho notas de prensa en los periódicos digitales que reseñaban la presentación de firmas contra los rascacielos de Martiricos y La Isla que proyecta el nuevo Plan General de Málaga.
Siempre me ha causado mucha curiosidad la pregunta de quién organiza estas `espontáneas´ presentaciones de firmas. En este caso, y como uno conoce muy a fondo el percal, supongo que quien convoca y fomenta la recogida de firmas es el mismo, o los mismos que, entre galgos y culebras, amenazaban con encadenarse a los corralones del Bulto para que no
desapareciera aquel terrible, dolorosísimo y pernicioso mercado de la droga que era la calle López Pinto, sin cuya demolición nos habríamos perdido una Avenida de las Américas con vistas al mar.
El asunto viene de muy lejos.
Tuvimos en esta ciudad desmemoriada y carente de ambición un mandatario que se dejó influir por las furias desatinadas de los que no quieren rascacielos ni nada que caracterice a Málaga como la única clase de urbe que la Naturaleza y la Historia le permiten ser. La tesis era que Córdoba y Vitoria son dos ciudades magníficamente urbanizadas, muy agradables y `vivibles´, donde los rascacielos están prohibidos y desterrados. Ejemplos que eran citados con frecuencia como los ideales de ciudad en los que Málaga tenía que inspirarse.
Lo malo de los ideales utópicos es que son modelos cerrados, sin ductilidad ni ese don supremo de la inteligencia que es el análisis profundo y pragmático de la realidad. Ese modelo cerrado y vociferante, con recogidas de firmas organizadas por los mismos, nos trajo la fea insensatez urbanística que es Teatinos, donde se nos había prometido un parque de 105 hectáreas.
Ahora, encuentro en este periódico una nota donde, confundiendo lo público con lo privado, se quiere hacer parecer diabólica esa maravilla proyectada entre la avenida de Juan XXII, la de Europa y el futuro bulevar de Renfe.
Málaga no puede, en modo alguno, compararse con Córdoba ni Vitoria. Ninguna de esas dos ciudades alcanza la mitad de la población de Málaga y ambas ocupan extensas llanuras. Estepas donde nadie podría recolectar una cañaduz ni un aguacate. Ni Vitoria ni Córdoba son, como Málaga, ciudades desbocadas que llenan una estrecha faja de terreno deslizado ladera abajo desde montañas encrespadas.
Un día, hace años, en una tertulia que organizaba la Confederación de Empresarios en el Gallo de Indias, se lo vi demostrar a López Cohard. Cogió un paquete de cigarrillos y, poniéndolo acostado sobre la mesa, dijo: "Así es como se nos obliga a construir"; a
continuación, lo puso de pie y dijo: "Así, la misma construcción, con los mismos metros cuadrados útiles, es mucho más barata (por la multiplicación de conducciones comunes) y ocupa la cuarta parte terreno. El resto del solar serían jardines y árboles".
¿Alguien ilustra con datos y planos a los que recogen firmas para oponerse a todo, con tal de que Málaga no vaya adelante?
¿Alguien les ha dicho que pretenden condenar a Málaga a retroceder a sus tiempos de aldea prehistórica, mientras las antiguas aldeas vecinas se convierten en grandes urbes?
¿Alguien les ha dicho que la mayor parte de los 380 kilómetros cuadrados del municipio de Málaga son monte intocable?
¿Alguien les ha enseñado que construyendo a base de cinco o seis plantas nos vamos a quedar sin Hoya del Guadalhorce en muy pocos años?
Cuando yo era niño, la Cruz de Humilladero era `las afueras´ y el Tiro de Pichón, un arrabal de extrarradio. Que nadie crea que hay una vida por delante. Sin rascacielos, en menos de una generación Málaga se quedará sin huertos ni cultivos de naranjos ni mangos, sin cañaduces ni chumberas.
Hace años que escribo una colección de cuentos que, cronológicamente, narran con febril imaginación una historia mítica de Málaga. No consigo editor para estos relatos largos o novelas cortas (según el gusto de cada cual), pero yo sigo, erre que erre. En relación con una Málaga sin rascacielos, tengo previsto un cuento futurista donde uno de mis descendientes se construye un apartamento en la `corona´ del Monte Coronado.
Sin rascacielos, de aquí a nada no tendremos campo.

jueves, 7 de abril de 2011

LA INSTAURACIÓN DE LA JUNTA SE HIZO COMETIENDO FRAUDE DE LEY.

Si se repasa la Constitución, en seguida salta a la vista que no se cumplió un mandayo fundamental para instaurar la junta de la Andalucía: LA UNANIMIDAD. Almería votó en referéndum contra la autonomía y, por lo tanto, hay que demandar ante el Tribunal Constitucional que la junta sea disuelta.

miércoles, 6 de abril de 2011

MÁLAGA ES OTRA COSA



Málaga no está en el Valle del Guadalquivir. Nunca ha sido bética ni ha estado nunca en la historia bajo una tiranía sevillana tan perversa e insoportable como la actual.
Málaga nunca ha sido cabeza ni participante de ninguna cañada real. Por eso, nuestras fiestas más tradicionales se han celebrado durante siglos DENTRO de la trama urbana, como verebenas oi como la “feria del centro.

Málaga carece de ese olorcillo rural que caracterizan a Córdoba y Sevilla. Somos mucho más fenicios; mercaderes, no campesinos.

domingo, 3 de abril de 2011

Zapatero, la gran vergüenza nacional e internacional.

por Tontolaba
Lo que parecía fue. El gobierno socialista, el del encubrimiento del Caso Couso, también se entregó a EE.UU de manera servil para dañar las libertades en la red. La estrategia de EE.UU cuenta con la colaboración de los abogados de Telefónica, pero mucho menos acreditada que la de la SGAE oPromusicae que aparecen como lo que son, una mera extensión del Plan de EE.UU.
Y en lo político… Después de lo de Couso, desgraciadamente, nada sorprenderá a los españoles de bien que habitan la Nación Red. (O sí). Desde luego los ciudadanos digitales que hemos seguido y constatado las presiones del lobby Serrano no nos soprendemos. Pero Julian Assange nos ha permitido certificar la indecencia del gobierno de España también en lo digital. No son de los nuestros. Se someten a los intereses comerciales que defiende la embajada de otro país que más parece la sede española de Microsoft y la “potente Motion Pictures Association, que agrupa a las majors de Hollywood”.
Pero la noticia no es que EE.UU presione o elabore un plan. La noticia es que el Gobierno de España, también de los periodistas de El País, cedió a las presiones de EE.UU y sus aliados (la SGAE y Promusicae) que campaban por Serrano 75 como Pedro por su casa, maquinando y ayudando a maquinar contra la libertad en Internet para que pasará lo que pasó: la Ley Sinde.
Estos son los representantes de los creadores que compaginan la defensa de Teddy Bautista y la crítica al imperialismo americano. Son la generación tapón que siente la amenaza de las aguas libres: Internet. Definitivamente retratada. Por cierto, que El País no suelta los cables. Son más de 100 y hemos visto menos de 10. Más allá de la euforia de los dos blogueros y medio afínes a los topos del PSOE.
El plan de los americanos 2007-2012 sale según lo previsto. Un buen día visita España un alto cargo del Gobierno de los Estados Unidos con instrucciones muy claras: “Esta es la hoja de ruta de adónde queremos llegar y cómo”, señala uno de los pocos cables publicados por El País pero que prueba que el gobierno socialista pedía a los ISPs una propuesta específica para hacer frente a las descargas ilegales en Internet.
La embajada, claro, encantada. Por cierto que siempre lo hacía con copia a su gente en Bruselas. “Me topé con uno en un pasillo del PE”. Me decía a las 2:07 de esta madrugada un amigo que trabajo allí. Se topó con un topo. ¡Ay, lo que hemos hecho de Bruselas!. Una reproducción de lo peor de Washington y sin la sociedad civil de Washington. Todavía aplaudimos cuando nuestra clase política cede la soberanía a Bruselas también en materia de Neutralidad de la Red. En Filandia también nos ven muy débiles a los ciudadanos digitales españoles.
Nada nuevo. Nos toman el pelo. Lo peor. Nos mean encima y decimos que llueve. Por eso los americanos son merecedores de cierto “respeto”. Al menos son listos. Como Julian Assange. Pero los probrecicos Santos Inocentes de la Nación Red (departamento Hispania) deben espabilar y renovar sus liderazgos urgentemente o la Ley Sinde, incluso con esta victoria que nos ha regalado Julian Assange, nos la meterán doblada. Al tiempo, que es muy escaso. Por ahí fuera ya piensan que somos un poco incapaces. ¿No ha dimitido el fiscal ni el portavoz del PSOE? No, no. Pues eso es culpa vuestra. Sí.